sábado, junio 05, 2010

The National

No son unos mozalbetes. Tampoco la última esperanza llamada a sacudir la cada vez más previsible escena musical. Rondan los cuarenta tacos y presentan cierto aspecto de crooners malditos, como unos Tindersticks rehabilitados de sus instintos más decdentes y suicidas. Viven en Brooklyn y cuentan con cinco discos a sus espaldas. Y, de pronto, con el sexto, van y lo bordan. High Violet ofrece un sonido maduro, sin fisuras ni altibajos, y textos implícitos, de esos que no se agotan. Quizás una banda sonora en blanco y negro no sea la más propicia para los tiempos de verano que se avecinan, pero tiene remedio: basta con cerrar los ojos y dejarse llevar.



No hay comentarios: