jueves, diciembre 09, 2010

Representación

Los sacerdotes abusan de los niños
Los héroes del Olimpo resultan ser unos embaucadores
Los jueces prevarican
Los servidores públicos roban, ocultan y mienten
Los empresarios defraudan
Los encargados del tráfico aéreo no dejan volar un solo avión

Pero ¿qué queda de verdad en el mundo? ¿Se tratará acaso de una representación en la que todos somos actores y actrices, en la que cada vez nos cuesta un mayor esfuerzo creer, recitar con convicción los papeles que se nos han asignado? Y esos que tanto se desgañitan, ¿no serán ellos los primeros hipócritas? A la sociedad cada vez le cuesta más esfuerzo memorizar su guión y lo interpreta cada vez con más evidente desgana. Tampoco es fácil concentrarse cuando el decorado amenaza con venirse abajo. No será agradable ver en qué acaba todo esto.

¿Qué será lo siguiente? ¿Deberían acaso los críos negarse a participar en unas funciones escolares de Navidad en las que ya no creen?

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