sábado, noviembre 30, 2013

Beneficiarios / Beneficiaries

Los últimos beneficiarios de ese abuso perverso al que constantemente se somete al lenguaje no son otros que los números, las cifras.


The ultimate beneficiaries of such perverse abuse to which the lenguage is constantly submitted are the numbers, the figures.

miércoles, noviembre 27, 2013

Congreso de Cárteles y Oligopolios / Conference of Cartels and Oligopolies

El documento final del XXVII Congreso Anual de Cárteles y Oligopolios desaconsejaba con la mayor firmeza cualquier tipo de intervención por parte del Estado en el funcionamiento de los mercados.



The final document of the XXVII Annual Conference of Cartels and Oligopolies discouraged with the greatest firmness any type of intervention on the part of the State in the functioning of markets.

domingo, noviembre 24, 2013

Escritores/as de ayer y de hoy


Antes, uno escribía libros y, poco a poco, si procedía, se hacía famoso.

Hoy, parece ser más bien al revés. Uno primero se hace famoso y a continuación publica libros, a poder ser mostrando su imagen en la cubierta




Otra práctica, por cierto, importada de los Estados Unidos.

jueves, noviembre 21, 2013

Para siempre / Forever

¿Y si no fuera un paréntesis? ¿Y si fuera así ya para siempre?


And if it wasn't a partentheses? If it was just like this forever?

lunes, noviembre 18, 2013

Gravity

Me gustó Gravity. La película ofrece ritmo y tensión a la altura del mejor thriller con la particularidad  de que la acción transcurre en un escenario situado a 600 kilómetros de altitud respecto de la superficie terrestre. Algo solo posible gracias a un espectacular despliegue técnico, un alarde visual concebido para representar con la mayor veracidad el desenvolvimiento de los humanos en el espacio, sometidos a las leyes del cosmos en una situación de emergencia. Una de esas ocasiones, por tanto, en las que el escenario se alza como indiscutible protagonista.

El director mexicano, Alfonso Cuarón, elude la tentación de exaltación patriótica en favor de una visión global reservando, eso sí, un goloso y entrañable, aunque breve, papel a George Clooney en forma de arquetípico astronauta genuinamente norteamericano. Quizás el casting sea uno de los aspectos más controvertidos de la película. El peso de la acción recae en Sandra Bullock, una actriz de errática andadura cuya carrera despegara como conductora de autobús en Speed, un papel que guarda similitudes con el que protagoniza con eficacia en Gravity.

La película huye de grandilocuencias, de mensajes trascendentes de gran alcance, pero retrata el terror al vacío, tanto al interior, al personal, como  al exterior, el del espacio, uniendo ambos a través de un acto catártico. El estupor ante el infinito acompaña la difícil adaptación del ser humano a un medio extremo regido por leyes inalcanzables y expuesto a golpes de azar: el impacto de un meteorito contra una estación espacial desencadena la acción. Las consecuencias de los actos humanos, el impacto de sus acciones –simbolizado en la chatarra espacial- se magnifica en un medio insuperable que no muestra contemplaciones hacia ellos. También allí arriba seguimos siendo, a la vez, nuestra salvación y nuestros peores enemigos.



Una buena ocasión, en definitiva –solo la pantalla grande hace justicia a esta película- para acercarse a una sala de cine.

viernes, noviembre 15, 2013

Dejar de fumar

El PsoE recuerda a alguien que anuncia a los cuatro vientos que va a dejar de fumar...


... por vigésimoquinta vez.

martes, noviembre 12, 2013

La Buena Vida y Le Mans





¿Por qué a veces hay que marcharse tan lejos para aprender a apreciar lo que se tiene tan cerca? ¿Será la nostalgia? Lo cierto es que nunca había disfrutado tanto con las canciones de La Buena Vida y de Le Mans como lo hago en Nueva York. Me da un poquito de reparo admitirlo, pero no me puedo engañar. Me pregunto si me seguirán gustando tanto si algún día decido volver, si me sentiré tan cómplice una vez pasee de nuevo por los lugares que inspiraron sus canciones, cuando se haya disipado un poco el encanto de evocar, de transportarme por unos minutos preciosos a esos escenarios imaginarios que un día creí míos.






sábado, noviembre 09, 2013

Plazas de Madrid

Llama la atención la ausencia de lugares, de rincones de esparcimiento en el centro de Madrid, el área más transitado y visitado de la ciudad. El Retiro queda un poco a desmano y hay que ir hasta allí ex profeso. Lo mismo sucede con el Templo de Debod. Quedan la Plaza de España -tirando a cutre y a menudo semi-ocupada por ferias y mercados varios, como sucede ahora mismo- y los Jardines de Sabatini. El resto son plazas pero, aunque numerosas, resultan inhóspitas. La mayoría están ocupadas en buena parte por terrazas, que no dejan de crecer en número y en extensión. El espacio sobrante suele consistir en una explanada de cemento en la que apenas hay bancos ni rincones para el descanso. A menudo ofrecen un aspecto descuidado. Parece mentira que una ciudad que se pretende amable, acogedora, que pretende atraer al visitante, lo maltrate sin embargo de tan mala manera. Incluso una ciudad como Nueva York, más volcada al consumo aún que Madrid, ofrece numerosos parques y plazas -en el downtown están, por ejemplo, Union Square, Washington Square, Tompkins Park...- en los que la gente puede descansar o interactuar sin tener que pagar una consumición. Son espacios que ayudan a crear comunidad, que invitan a la expresión ciudadana. Pues bien, esto resulta anatema en una ciudad como Madrid. Imagino que habrá razones para ello: evitar que la gente se apalanque, que se celebren botellones -parece que se celebran igual- que acampen los sin techo, potenciar al máximo el consumo. Pero de verdad asombra la miopía de sus responsables ya que así lo que se consigue es hacer una ciudad más antipática, no ya para sus pobladores sino también para los visitantes. Cuando veo al clásico grupo de turistas caminando por el centro, sobre todo en verano cuando el asfalto está recalentado, me dan pena. Sí, ya sé que de un tiempo a esta parte se ha puesto de moda criticar a Madrid -su decadencia y degaradación son inobjetables- pero se trata de un fenómeno que vengo constatando desde hace mucho tiempo y que en lugar de corregirse parece ir a más. Uno, francamente, no sale de su asombro. Qué poca visión.


Un ejemplo de lo que comento es la Plaza del Conde de Barajas, en el Madrid de los Austrias -uno de los barrios más pintorescos de la ciudad-. O te sientas en la terraza -y consumes- o no tienes donde caerte muerto.





Otro ejemplo sería la Plaza de Juan Pujol, en el barrio de Malasaña. Una plaza tomada por las terrazas, ya sean desplegadas o recogidas -mesas y sillas apiladas-, que cuenta con cuatro bancos individuales -tres agrupados y otro aislado en medio de la nada- y que ofrece mayor espacio como aparcamiento de motos que de ciudadanos.

Son solo dos ejemplos pero los hay a decenas.

martes, noviembre 05, 2013

Todos queremos lo mejor para ella

Con su premiada ópera prima, Tres días con la familia, la joven directora de cine catalana Mar Coll ya había demostrado una inusitada madurez a la hora de abordar las relaciones familiares con un estilo y un equilibrio propios de autores establecidos. Cuatro años después regresa con su segunda obra: Todos queremos lo mejor para ella, en la que no solo confirma sino que supera las expectativas creadas. Una magnífica noticia para un cine español necesitado de autoestima.

La película indaga en una profunda crisis personal en la edad adulta. El detonante es un accidente de coche sufrido por una mujer que ejerce como abogada en un prestigioso bufete de Barcelona y las secuelas que deja en ella: una visible cojera y un menos perceptible –solo a primera vista- desajuste existencial.

Tras el accidente, la mujer –magníficamente interpretada por Nora Navas en un exigente papel que demanda a un tiempo fragilidad y determinación, recientemente premiado en el Festival de Cine de Valladolid- se ve incapacitada para volver atrás, para retomar una vida, un papel que ha dejado de tener sentido para ella. Las certezas, los cimientos en torno a los que había edificado su vida junto a su marido arquitecto se vienen abajo con estrépito y su naturaleza de pronto imprevisible se revela como un auténtico desafío para los miembros de su entorno más próximo.


Si lo deseas, puedes leer la crítica completa en el último número de la revista digital de agitación cooltural: agitadoras

sábado, noviembre 02, 2013

Le sacre du printemps


Asia Argento & Anton Newcombe

esperanzador como empezar el mes de noviembre con una buena canción / as hopeful as starting the month of november with a good song