miércoles, mayo 06, 2015

Desaparición


No se volvió a saber de él.
Desapareció sin dejar rastro.
Pese a las advertencias, se internó
allí donde no alcanzan las palabras.

3 comentarios:

Boris dijo...

¿Y el rastro del perfume?
Suskind podría echar una mano, sugiero.

nadie dijo...

Fantástico texto que, como su personaje, penetra con decisión en el terreno de la sugerencia, la mejor vía para alcanzar la poesía.

Il Gatopando dijo...

Pese al paso del tiempo el rastro del perfume, Boris, aún me sorprende en las librerías de viejo.

Me alegra que le haya gustado, Nadie. Este blog también tiene algo de papelera, ¿no cree?