miércoles, mayo 31, 2017

Vernon Subutex 1 y 2

Vernon Subutex da nombre a una trilogía en que la escritora francesa Virginie Despentes efectúa una incisiva radiografía de la sociedad parisina en el momento actual sirviéndose de una amplia y variada gama de personajes que gravitan en torno a sus dos protagonistas: por un lado, el que da título a la serie de libros, antiguo propietario de una tienda de discos que cerró a raíz de la comercialización de la música en formato digital y que acaba viéndose empujado a vivir en la calle y, por otro, Alex Bleach, cantante negro criado por una familia de raza blanca que conoció el éxito comercial a gran escala pero vivió atormentado hasta su reciente suicidio. Sea por el alejamiento de la realidad social que conlleva la condición de sintecho o como consecuencia de su fallecimiento, ambos comparten una cualidad cuasi-fantasmal en contraste al resto de personajes, a menudo impulsados por esos bajos instintos, tan reconocibles, tan inconfesables, que anidan en la vida y en las relaciones en sociedad.

El inusitado interés despertado por unas cintas de vídeo grabadas a modo de improvisada confesión por Alex poco antes de su suicidio, que implican a terceras personas y que entrega a un Vernon que se desentiende de ellas porque no le suscitan curiosidad y bastante tiene con lidiar con su desahucio, conforman el eje de la escueta trama en torno a la cual se articula la narración. Al grupo de viejos amigos de ambos, espoleados en sus conciencias al conocer la reciente condición de sintecho de Vernon tras haber sido fugazmente acogido en la casa de cada uno de ellos con reticencias mejor o peor disimuladas, se van sumando otros personajes interesados en obtener las cintas, sea de forma directa o por vía interpuesta, o afectados por lo que en ellas se cuenta.

Es el de Despentes un esquema sencillo pero efectivo que le permite ofrecer la panorámica social a través de una nutrida colección de personajes, partiendo del grupo de cuarentones al que pertenece Vernon, unidos en su juventud por su pasión por la música alternativa y la creatividad como seña de identidad rebelde –se intuye un componente autobiográfico en el retrato generacional y la autora cuenta con experiencia como vendedora de discos así como en otras actividades más sórdidas que encuentran reflejo en su obra- que, víctimas de sus limitaciones, maduran con creciente amargura al no haber visto cumplidas unas expectativas que a menudo ni siquiera son capaces de definir ya que son mucho más eficaces y precisos a la hora de despotricar que de afirmar. Sólo la situación de su amigo les hace reaccionar y retomar el contacto, instigados por el sentimiento de culpa tras haberle fallado, de igual modo que Vernon siente no haber estado a la altura cuando su amigo cantante le necesitaba pese a que no siente remordimientos por ello de igual modo que evita cualquier tentación de victimismo ante su precaria situación. El de Vernon es un personaje ensimismado, neutro, indolente, a un tiempo enigmático y transparente, que actúa como un espejo en el que cada cual se ve reflejado. A ellos se van añadiendo incorporaciones de la más variopinta condición: una estrella del porno, una hacker-trol, una familia de inmigrantes musulmanes, un travesti, neonazis, un exitoso productor de cine, otros sintecho, un humilde jubilado alcohólico... A medida que se amplía el espectro, se enriquece el calidoscopio humano a costa de tensar la credulidad del lector. Ello permite a la autora abordar las temáticas que definen la realidad social: racismo, sexo, intolerancia, conflictos de clase, de género, integración, dinámicas de poder, violencia, consumismo, individualismo, etc.

Vernon Subutex ofrece una visión inquietante de la sociedad actual a través de un discurso  ácido, cínico, en clave de realismo crudo. Al desencanto inherente a la madurez (“Pasados los cuarenta, todo el mundo parece una ciudad bombardeada”) se suma la rebaja de expectativas ante una civilización occidental en decadencia sometida a un acelerado programa de ingeniería social (“Se acabó el viejo mundo. ¿Qué necesidad hay de educar a gente que ya no necesitamos en el mercado laboral?”). Su rígido esquema formal se compone de capítulos más bien breves, cada uno de ellos centrado en un personaje, que además de progresar en la trama incluyen monólogos en tercera persona a través de los que la autora desgrana su momento vital, su personalidad y motivaciones y le permiten recuperar su pasado para ofrecerlos en perspectiva. Aunque efectivo ya que transmite sensación de ligereza y le permite alternar la perspectiva de un personaje a otro con agilidad, a la larga dicho enfoque puede inducir cierta monotonía –sumados, ambos volúmenes alcanzan casi las 700 páginas- que la autora busca conjurar introduciendo un drástico cambio de escenario en el último trecho de cada libro: así, mientras hacia el final del primero Vernon Subutex queda por fin en la calle tras pasar varias semanas trasladándose de una casa a otra, al final del segundo, todo el grupo se desplaza a Córcega donde empiezan a organizar fiestas espontáneas para las que Vernon, un tanto ajeno, casi reticente, actúa como dj ya que el buen oído y la cultura musical es cuanto conserva de su anterior vida.

               


domingo, mayo 28, 2017

noche




Aguardando a la puesta de sol
se nos hizo de noche


miércoles, mayo 24, 2017

cultura / culture

La cultura es una herramienta esencial para poder interpretar la realidad de manera autónoma.




Culture is an indispensable tool to be able to interpret reality in an autonomous way.

sábado, mayo 20, 2017

Psychic Ills - Inner Journey Out (Full Album) 2016

Lo que me atrae del último disco de los Malestares Psíquicos es que, más allá de ese tono cansino, moroso, que es marca de la casa, resulta muy contenido en la forma, en la instrumentación -desde luego en comparación a sus trabajos previos-, pero arrebatadoramente psicodélico en el fondo. Un trabajo de madurez, para escuchar en el mood apropiado y dejarse llevar, que pide dejarlo sonar de principio a fin.




miércoles, mayo 17, 2017

tribu / tribe

"Hay algo con lo que todos podemos contar. Tarde o temprano nuestra tribu vendrá a pedirnos que perdonemos el asesinato". Charles Simic: El minotauro ama su laberinto




"There's something we all can take for granted. Sooner o later our tribe will come to us asking to forgive murder."

domingo, mayo 14, 2017

cocinero / cook

Ya va siendo hora de que enviemos a un cocinero al espacio.



It's about time to deliver a cook to outer space

miércoles, mayo 10, 2017

Vernon Subutex 1

"Pasados los cuarenta, todo el mundo parece una ciudad bombardeada."

"Se acabó el viejo mundo. ¿Qué necesidad hay de educar a gente que ya no necesitamos en el mercado laboral?"

"Estos tíos del rock son impresionantes, cómo consiguen hacerse viejos directamente, sin pasar por la casilla de la madurez."

"Intenta encontrar dos o tres libros, los dejas al lado y finges leer muy concentrado. Les vuelve locos. Un sin techo que lee."



Virginie Despentes: Vernon Subutex 1

sábado, mayo 06, 2017

cuenta pendiente

!Con lo maravillosamente bien que se le daba dividir!
y sin embargo
suspendía
suspendía
suspendía...
Aprender a sumar seguía siendo la cuenta pendiente de la izquierda.

miércoles, mayo 03, 2017

Nadan dos chicos, Jamie O'Neill

Aunque pasó más bien desapercibida –quizás por ser su autor un perfecto desconocido-, recordaba haber leído un par de críticas muy elogiosas sobre la novela Nadan dos chicos, del irlandés Jamie O´Neill, coincidiendo con su publicación en nuestro país por la editorial Pre-Textos allá por el año 2005 –la fecha de publicación original coincidió con el atentado de las Torres Gemelas- . Una historia ambientada en Dublín en los años 1915 y 1916 durante los prolegómenos del primer y fallido levantamiento irlandés contra las fuerzas de ocupación británicas.

La historia gira en torno a tres jóvenes, cada uno de ellos de distinta extracción social, que comparten su condición homosexual en una Irlanda sometida a la rigurosa moral católica y al no menos opresivo dominio británico. Aunque se resiste, MacMurrough se halla en trance de dar el paso a la edad adulta cuando regresa a Irlanda con el estigma de los dos años pasados en prisión en Inglaterra tras cumplir condena por sus prácticas sexuales. Doyler es un muchacho despierto que procede de una familia humilde y arrastra una leve cojera a raíz de una paliza propinada por su padre, su actitud desafiante le empuja a abrazar causas rebeldes como el socialismo o el nacionalismo irlandés más levantisco. Por su parte, Jim, crecido en una familia de clase media, es el más joven e inocente de los tres y su evolución, monitorizada por los otros dos, hace progresar la novela desde su inicial obediencia a la práctica religiosa hasta  su despertar sexual y su participación en el levantamiento armado.

Tres clases sociales que tienen a su vez reflejo en la ascendencia, en el entorno familiar del que proceden los tres protagonistas enmarcado en tres figuras: Eve MacMurrough, la tía que acoge a su sobrino caído en desgracia en su formidable mansión, una mujer de carácter fuerte e independiente, rompedora de costumbres y firmemente comprometida con la causa irlandesa. Doyler padre, un hombre rudo, básico, incapaz de sacar a su familia adelante, desahuciado por su larga dependencia del alcohol, que en su juventud compartió regimiento en el ejército británico durante la Guerra de los Boers con Mack, el padre de Jim, viudo, integrado, equidistante, un tanto melifluo y acomplejado, que regenta una tienda (corner shop) propiedad de su suegra.

El ambiente de la novela viene marcado por la omnipresencia de la moral católica mostrada en toda su ambigüedad a través de la figura de un cura pro-británico que tutela la posible vocación religiosa de Jim, al que éste da la espalda justo cuando aquel empieza a propasarse en sus atenciones hacia el muchacho, o la del áspero cura que remplaza al otro a raíz de una enfermedad y que alecciona a los muchachos en la causa irlandesa con mayor fervor que en la palabra de Dios. Ello envuelto a su vez en el clima de agitación previo al levantamiento contra la dominación británica aprovechando que las fuerzas imperiales se hallan empeñadas en los exigentes escenarios de la I Guerra Mundial. La natación a la que hace referencia el título sirve de nexo a los protagonistas, en especial a Doyler y Jim. En la medida en que van adquiriendo destreza a fin de llegar al islote que se han impuesto como meta, se estrecha su relación y se reafirma su compromiso con la causa nacionalista irlandesa que acabará cobrándose un importante aunque desigual sacrificio.

Nadan dos chicos es una novela de largo recorrido –tiene casi 800 páginas y su escritura llevó a O’Neill diez años-, ambiciosa, que dado su contexto contiene inevitablemente ecos de James Joyce –aunque sin llegar a los extremos de éste, la prosa de O’Neill no resulta particularmente explícita ni complaciente, exige al lector pero le recompensa, mientras que su estructura y enfoque: narrador omnisciente y progresión cronológica, es de factura más bien convencional- y, en la figura de McMurrough alusiones a la figura de Oscar Wilde en lo que concierne a su experiencia aunque sin el ingenio del autor de El retrato de Dorian Gray. Destaca la minuciosa recreación que hace de una época y un lugar: el grueso de la acción se sitúa en un pueblo situado en la misma bahía que Dublin pero ubicado en las afueras de la ciudad, así como la recreación del habla y de la mentalidad por parte de personajes pertenecientes a tres estratos sociales muy diferenciados.

O’Neill ofrece un fresco muy efectivo de la sociedad irlandesa en un momento crucial para el devenir de aquel país mostrando su complejidad, su ambigüedad, la dificultad de conciliar los intereses de clase y de identidad, poniendo de relieve sus insuficiencias, sea con acidez o con comprensión, pero mostrando ternura hacia sus responsables. El componente sexual gravita sobre la novela aunque mostrado sólo de manera episódica, con una naturalidad discreta que elude tanto el morbo como el pudor. En el debe de la novela, habrá quien reproche al autor que no haya un solo personaje masculino heterosexual cuya actitud vital esté ni de lejos a la altura de los tres protagonistas, tampoco de las mujeres que por ellos velan. El único que se acerca resulta ser un fantasma ya que Gordie, el hermano mayor de Jim, es solo un recuerdo tras desaparecer en el frente turco tras el fallido desembarco británico en Gallipoli aunque su inesperado legado suponga otro atentado contra las costumbres establecidas.

Nadan dos muchachos es una novela centrada en la búsqueda personal (coming of age) y en la forja del propio carácter, en la que el despertar sexual de los muchachos sirve como metáfora de la toma de conciencia nacional por parte de la sociedad irlandesa y de su incipiente desafío, más corajudo que efectivo, a la dominación británica y a la moral católica, las dos fuerzas que la oprimen, dejando claro que la reafirmación identitaria en semejante ambiente requiere de valentía y conlleva un alto precio.