domingo, septiembre 30, 2018

Todos lo saben

En un país tan contaminado por el debate político, más bien por su sucedáneo, como el nuestro no deja de entrañar cierto riesgo opinar sobre el estreno de una película española -en realidad una coproducción hispano-franco-italiana aunque con marcado sabor patrio por la lengua empleada, la procedencia del reparto y su localización- con pretensiones. Es sabido que la industria del cine en nuestro país despierta ojeriza en un amplio y vociferante sector de la población que la asocia con la propagación de un discurso progresista que rechaza. No digamos si además está protagonizada por dos de sus figuras más emblemáticas las cuales no sólo consiguieron el éxito y obtuvieron los premios más renombrados en Hollywood sino que además conforman una pareja. Que la película esté escrita y dirigida por un prestigioso director iraní no dejará de resultar un detalle prescindible, casi una anécdota, para esa gente dispuesta a mostrar de raíz su animosidad hacia la película y sus protagonistas. Al desprecio hacia un sector industrial y cultural que ven como entrometido se uniría la envidia y las acusaciones de hipocresía hacia aquellos a quienes hemos visto envueltos en oropel sin renegar de su compromiso de izquierdas.

Por todo ello me cuesta pensar que sea una mera casualidad la elección de la trama de la película Todos lo saben, dirigida por Asghar Farhadi, y protagonizada por Penélope Cruz y Javier Bardem: el secuestro de una adolescente concebida in extremis por ambos antes de que sus trayectorias se separasen la cual cae víctima del resentimiento, la envidia y la codicia de algunos de sus paisanos. Coincidencia o no, la tentación de plasmar un paralelismo entre los hechos narrados en la película y las vivencias de sus dos grandes protagonistas, respaldados eso sí por un reparto con las mayores garantías, es grande: sus vecinos les hacen sufrir y pagar un altísimo precio a fin de salvaguardar lo que es más querido para ellos dos pero el doloroso trance sirve también para revelar lo que les une ya de forma indisoluble y que se ve reafirmado al estar aquel que cuenta con margen de maniobra dispuesto a asumir el alto precio exigido.

El amor exaltado, aunque sea por vía latente en el caso de los protagonistas si bien la película nos ofrece la oportunidad de paladearlo en clave de juerga a través de una pareja interpuesta -la boda de la hermana de la protagonista es la excusa que le trae a ella y a sus dos hijos, sin la compañía de su marido, desde la Argentina donde vive- y la envidia, son dos pasiones universales que encuentran un buen anclaje en nuestra sociedad. En un pueblo de tradición vinícola situado en la España profunda en esta ocasión, que sirve como microcosmos a esa constelación de resquemores y secretos, camuflados con mayor o menor éxito tras las apariencias, que afloran con fuerza ante un suceso grave que obliga a cada cual a posicionarse y a revelar así su auténtica naturaleza.

Farhadi ya demostró en sus anteriores películas, sobre todo en Nader y Simin, una separación pero también en El pasado, su maestría a la hora de dibujar personajes complejos, con múltiples capas, las cuales se van deshojando a medida que la creciente complejidad de la situación, siempre de naturaleza traumática -un divorcio en el caso de las dos películas mencionadas- lo exige. Es lo que también sucede en Todos lo saben, con la peculiaridad de que el striptease emocional viene esta vez motivado por un suceso con naturaleza de thriller y los personajes a desnudar son esta vez más numerosos. Porque caracterizada por una intrincada trama en clave noir, y pese al protagonismo de Cruz y Bardem, la de Afghani es una película coral, sustentada en un amplio y sólido reparto que lejos de servir solo como apoyo a aquellos dos dispone de suficientes resortes narrativos e interpretativos -sobre todo en los casos de Barbara Lennie, Eduard Fernández, Elvira Mínguez o Ramón Barea- para brillar con luz propia.


Ningún personaje es neutral en Todos lo saben, lo que aporta consistencia a la trama a medida que se va revelando su situación aunque alguna de las capas lleve a tensar la credulidad a medida que se va revelando lo que hay debajo de ellas. En ese sentido, quizás el personaje más forzado sea el del marido argentino de la protagonista, protagonizado por Ricardo Darín, que adquiere cuerpo en la segunda mitad de la película una vez regresa de su país ante el trágico suceso. Al igual que sus habitantes, la incrustación foránea en el pueblo también se ve lastrada por su pasado, el verdadero protagonista de las historias de Farhadi, aunque en su caso víctima de sí mismo y no tanto de las consecuencias de su trato con los otros, como les sucede a los demás.

Ante la decisión de un director de renombre mundial de venir a España a rodar con actores españoles resulta difícil no acordarse de la experiencia protagonizada en su día por Woody Allen, curiosamente con la misma pareja protagonista -en su caso complementada con la presencia de Scarlett Johanson, quizás con la intención de facilitar su comercialización en los países de habla no española-, si bien Farhadi ya ha expresado que no tiene especial interés en seguir rodando en otros países -El pasado transcurría en Francia- y su intención es volver a centrarse en Irán. Si es así, hay que reconocerle su acierto en adaptar a nuestro país una historia cuya lectura es universal y hacerlo con una sobriedad formal que elude los tópicos, a excepción quizás de esas incrustaciones con aire de flamenco ligero que, por momentos, complementan la banda sonora compuesta por Alberto Iglesias.

Se puede concluir que la experiencia de Afghadi en nuestro país tuvo final feliz, todo lo contrario del de su película, tan abierto como profundamente inquietante. Bajo la aparente resolución de la tragedia, evitada in extremis gracias a un sacrificio personal, la corriente oculta y siniestra ya muta y se retroalimenta como un monstruo insaciable. 

Reseña también disponible en el número de octubre de agitadoras

jueves, septiembre 27, 2018

El rincón del patriota sin techo II

Al volver a pasar el otro día por el Rincón del Patriota Sin Techo tuve la oportunidad de captar el detalle de las zapatillas que lamenté que se me escapara con motivo de la entrada original


Otro aspecto que me llamó la atención es que el libro sobre la mesilla de noche era el mismo en ambas ocasiones, con dos meses de diferencia, lo que invita a pensar que o bien el Patriota Sin techo es un lector ocasional, perezoso, o que ha hecho suya la máxima de Virginie Despentes acerca de la respetabilidad que el empleo de un libro confiere a las personas sin hogar de cara a terceras personas.


Por último, advertí que la bandera española había sido complementada con una vistosa cruz, lo que invita a pensar que además de orgulloso nacional, el sujeto en cuestión es católico devoto, si bien el detalle del libro puede inducir a pensar que se trate en realidad de otra estratagema dirigida a despertar la aceptación de los viandantes. No olvidemos que el rincón en cuestión está emplazado en un respetable barrio de extracción burguesa.


lunes, septiembre 24, 2018

Test

La expresión "bilbaíno universal" es:

- una paradoja

- un oxímoron

- una redundancia

viernes, septiembre 21, 2018

The Cure - The Last Day of Summer



the last day of summer
never felt so cold
the last day of summer
never felt so old

martes, septiembre 18, 2018

puesta de sol / sunset

en un verano ya crepuscular


in a summer's twilight

sábado, septiembre 15, 2018

aliciente de soñar / incentive for dreaming

Un aliciente de soñar es poder hablar con los muertos.



An incentive for dreaming is being able to talk to the dead ones.

miércoles, septiembre 05, 2018

quedaron para septiembre

Las placas solares son ETA

Hubo que repetirlo, el VAR demostró que el himno se cantó fuera de tono

A ver quién la tiene más grande, la razón

Se descuida la enseñanza de la Historia Contemporánea de España en las aulas y pasa lo que pasa

Renovaron a los de siempre

Son algunas de las ocurrencias que me "quedaron para septiembre". Si queréis echarles un vistazo, están disponibles en el último número de la revista digital de agitación cooltural agitadoras

sábado, septiembre 01, 2018

Bienvenida


El carajo elige al comité de bienvenida y se engalana para recibir al mundo.