Según la RAE, la segunda acepción de la palabra exasperar dice así: irritar, enfurecer, dar motivo de enojo grande a uno.
Me decía que un calificativo así -exasperante- le sentaba a la realidad de este país como un guante.
La exasperante España, España exaspera, la exasperación española...
Lo peor es que no parece haber remedio, o uno se marcha o uno lo acepta, aunque en éste caso sea con amargura, con la misma amargura que contribuirá a nutrir, a alimentar la exasperación.
No hay salida, sólo el exilio. !Y hay de quien regrese de él ilusionado! Ya se encargará el país de propinarle un capón, cuanto antes mejor.
Este país sólo permite una opción: Vivir en España pese a España.