profética
Con abril, ella llegará
Cuando las corrientes estén maduras y henchidas de lluvia;
Mayo, ella se quedará
Descansando en mis brazos otra vez.
Junio, ella cambiará su melodía,
En paseos inquietos merodeará por la noche;
Julio, ella volará
Y no dará previo aviso sobre su vuelo.
Agosto, debe morir
Los vientos del otoño soplan destemplados y fríos;
Septiembre recordaré
Un amor una vez nuevo ha crecido ahora viejo.