sábado, agosto 23, 2014

Galileo Galilei


Galileo Galilei, en casa, pendiente de si la Iglesia decide por fin quemarle o no en la hoguera, al mismo tiempo entreteniendo desconcertantes sueños premonitorios de que cinco siglos después extrañísimos artilugios espaciales lanzados desde la Tierra portarían su nombre.

   

1 comentario:

Blue dijo...

Muy chula esa "instalación", jaja.
Al menos no se escondía tras el visillo.

Saludos.