A diferencia de hace catorce años esta vez no podía fallar. Y no le tembló el pulso. Se disparó en el pecho con un rifle.
Adiós, Mark Linkous. El caballo centelleante -Sparklehorse- se apagó para siempre.
A estas alturas forma ya parte de la junta del Club de los Cantautores Suicidas, junto a Phil Ochs, Tim Buckley, Nick Drake, Elliott Smith, o su amigo Vic Chesnutt. ¿Su misión? Recordarnos su brillante legado musical, ése que tanto contribuye a hacer más soportable nuestra inanidad.
Adiós, Mark Linkous. El caballo centelleante -Sparklehorse- se apagó para siempre.
A estas alturas forma ya parte de la junta del Club de los Cantautores Suicidas, junto a Phil Ochs, Tim Buckley, Nick Drake, Elliott Smith, o su amigo Vic Chesnutt. ¿Su misión? Recordarnos su brillante legado musical, ése que tanto contribuye a hacer más soportable nuestra inanidad.