gris oscuro

No sé, a lo mejor si la sociedad pudiera ir al psicólogo...

Jim Carroll: Forced Entries

Anotaciones obligatorias: Nueva York, 1971-1973 es la secuela literaria de The Basketball Diaries, libro de culto en Estados Unidos que fue llevado a la pantalla con un joven Leonardo DiCaprio como protagonista. Crónica de una adicción, de una crisis personal – caída, si bien engañosa por efecto de la droga, hasta sentir el abismo, seguida de la consiguiente toma de conciencia y la precaria recuperación-, de una actitud consecuente siempre en el filo, siempre al límite.

Una libre adaptación del clásico “Yonqui” al decadente Nueva York de los primeros años setenta –uno de los momentos estelares que Carroll describe es su encuentro precisamente con William Burroughs en una fiesta, un momento memorable debido quizás a su absoluta falta de trascendencia-, a caballo entre la sordidez y el glamour en una ciudad disoluta entregada a toda clase de excesos y de penurias a cargo de un distinguido miembro de la bohemia contracultural.

Partiendo de una escritura basada en el yo más militante, la novela consigue la paradoja de trasladarte a un lugar y a una época que a muy pocos dejará indiferente y, aún más, su autodestructiva vitalidad resulta extrañamente contagiosa.

Retroceder a fin de avanzar

Un médico que trabaja en un hospital de Valencia denuncia en el programa de radio Hablar por hablar de la Caden Ser injerencias de la policía en el hospital a fin de controlar la información sobre las personas heridas por las cargas policiales contra las manifestaciones que protestan por los recortes en la educación.



Las autoridades insistían en que retroceder era la única vía de avanzar.

Am I being honest with myself?

Such is the question.

Are you listening to me?

 

agitadoras

Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Hemos sido unos derrochones. Sí, el dinero nos quemaba en las manos. Olvidamos el cuento y nos comportamos cual cigarras hedonistas. No supimos pensar en el mañana. Nos dejamos arrastrar por el espejismo de la gratificación instantánea. No quisimos renunciar a ninguno de nuestros caprichos. Nos comportamos como consumidores insaciables de tarjeta fácil...

Así arranca mi colaboración para el número de febrero de la revista digital de agitación cultural, agitadoras. Se titula: Desagradecidos.

Mayorías absolutas

Y pensar que hasta hace muy poco tiempo los españoles éramos capaces de soportar mayorías absolutas sin tener acceso a internet...

Lo he encontrado en la red. Y, bueno, ya sé que es una tontería pero hay días en que me da así como un hálito de esperanza, aunque sea apenas por el ingenio que despliegan algunos y por sentirme un poco menos solo.

Declaración de guerra

La historia está construida sobre la experiencia real de la pareja de actores -ella, Valerie Donzelli, es además la directora-. En otras manos se podría haber convertido en el melodrama lacrimógeno del año. Sin embargo, sus responsables optan por un enfoque humano, sensible y respetuoso, dinámico y vital, moderno sin estridencias -exquisita banda sonora-, que elude con acierto la gradilocuencia así como cualquier atisbo de conmiseración. 

Declaración de guerra revela con acierto cuán frágil y cuán fuerte puede llegar a ser la condición humana. Esa contradicción que nos define. 

Una de esas preciosas películas que rezuma verdad y, por ello, de alcance universal -junto a Nader y Simin, una separación, ya llevo dos en muy poco tiempo: !bien!-.  

dolor

A un país gravemente enfermo hasta cierto punto es lógico que le duela la justicia.

Pisada

Transferencias desde el más allá

Sinceramente, no entiendo a quienes se manejan como si pudieran seguir haciendo transferencias entre sus cuentas bancarias desde el más allá.