Un nuevo decreto ley aprobado por el gobierno obligaba a los ciudadanos/as a responsabilizarse de la recogida de las defecaciones de las entidades financieras.
A new decree issued by the government made the citizenry responsible for picking up all the mess released by banks.
miércoles, octubre 31, 2012
lunes, octubre 29, 2012
sábado, octubre 27, 2012
miércoles, octubre 24, 2012
La tela de araña - Joseph Roth
La tela de araña -originalmente publicada por entregas en un periódico vienés- fue la primera novela escrita por Joseph Roth. En ella se interna en el periodo de agitación, de crisis, de cambio e incertidumbre que en Alemania siguió al armisticio que puso fin a la I Guerra Mundial. Lo hace de la mano de un protagonista –Theodor Lohse- carente de principios, de escrúpulos, un ser gris, sin ideas propias pero rico en complejos de clase, un trepa cuyo fin consiste en medrar a caballo de las miserias y las profundas injusticias que caracterizaron a aquel tiempo. Un periodo en el que proliferaban toda clase de grupúsculos, en el que se ideaban multitud de conspiraciones animadas por el espíritu de revancha, a menudo vestidas de patriotismo, de complots revolucionarios cuando un deseo de mayor justicia social chocaba con la defensa de los privilegios adquiridos, de incesantes contactos desde las altas esferas a los más bajos fondos, de nacionalismo irredento que anuncia la hora de los salvapatrias.
Pese a la falta de consistencia -su desarrollo resulta demasiado esquemático- y a las dificultades para empatizar con un protagonista de perfil tan gris y oportunista, La tela de araña anticipa la visión sombría, pesimista acerca de la condición humana que caracterizaría la obra de Joseph Roth. Leída en el momento actual despierta cierto desasosiego al servir de recordatorio de la confusión, de la profunda inestabilidad que acompaña al cambio cuando las certezas que dotaron de sentido a una época se desmoronan a la vista de todos.
Pese a la falta de consistencia -su desarrollo resulta demasiado esquemático- y a las dificultades para empatizar con un protagonista de perfil tan gris y oportunista, La tela de araña anticipa la visión sombría, pesimista acerca de la condición humana que caracterizaría la obra de Joseph Roth. Leída en el momento actual despierta cierto desasosiego al servir de recordatorio de la confusión, de la profunda inestabilidad que acompaña al cambio cuando las certezas que dotaron de sentido a una época se desmoronan a la vista de todos.
domingo, octubre 21, 2012
Loner - Burial
Con su identidad anónima juega al enigma,
al despiste
Transita por la vertiente sombría y
suena contemporáneo
Crea atmósferas
sin despreciar el sentido de la melodía
Su sonido lo catalogan como dubstep
pero por más que hurgo en dicha etiqueta
no encuentro a nadie que se le compare
En su último EP, Kindred, se supera
No puedo sino considerarlo un artista único
a menos que alguien me demuestre lo contrario
Por favor, que alguien lo haga
Quiero seguir disfrutando
miércoles, octubre 17, 2012
Trabajo / Work
Los empleos eran tan escasos, se habían puesto tan caros, despertaban tanta competencia, que no parecía lejano el día en el que se pagara por trabajar.
Jobs were so scarce, they had become so dear and aroused so much competition, that it seemed close a time when people would pay for working.
Jobs were so scarce, they had become so dear and aroused so much competition, that it seemed close a time when people would pay for working.
lunes, octubre 15, 2012
El elogio de la sombra
Tal y como su título indica, El elogio de la sombra, breve ensayo escrito por Junichiro Tanizaki en los años treinta del pasado siglo, es una sensible y refinada crítica al culto a la luminosidad –excesiva, a juicio del autor- que, gracias a los avances técnicos, se abría paso por aquel entonces en Japón procedente de Occidente.
Al contrario que en los países occidentales, donde se valoran los espacios abiertos, nítidos, claros, en los que todo queda a la vista y donde se rinde culto al brillo, Tanizaki reivindica el uso de luces tenues, indirectas, que no iluminen todos los rincones y que proporcionen matices y misterio, algo consustancial a la tradición japonesa. Para ilustrar su tesis, el autor recurre a tres manifestaciones artísticas: la gastronomía, la arquitectura y el teatro.
Pero partiendo de una cuestión estética el ensayo se desdobla también en una crítica cultural, en una defensa de la tradición oriental ante el colonialismo cultural procedente de Occidente. En este sentido se puede hablar de Tanizaki como de un autor nacionalista y reaccionario –la prevención ante la aceptación acrítica de todas las formas de progreso-, lo que no deja de ofrecer inquietantes connotaciones en un contexto como el de Japón en los años treinta, un país sometido a un férreo régimen militar que se aprestaba a desatar su agresiva política de expansión por Oriente.
No obstante, en lugar de defender su tesis a rajatabla, Tanizaki se revela un autor lo bastante sutil y sensible como para deslizar alguna contradicción que sirve de contrapunto y que relativiza, en alguna medida, su postura y que, a la postre, le humaniza.
Al contrario que en los países occidentales, donde se valoran los espacios abiertos, nítidos, claros, en los que todo queda a la vista y donde se rinde culto al brillo, Tanizaki reivindica el uso de luces tenues, indirectas, que no iluminen todos los rincones y que proporcionen matices y misterio, algo consustancial a la tradición japonesa. Para ilustrar su tesis, el autor recurre a tres manifestaciones artísticas: la gastronomía, la arquitectura y el teatro.
Pero partiendo de una cuestión estética el ensayo se desdobla también en una crítica cultural, en una defensa de la tradición oriental ante el colonialismo cultural procedente de Occidente. En este sentido se puede hablar de Tanizaki como de un autor nacionalista y reaccionario –la prevención ante la aceptación acrítica de todas las formas de progreso-, lo que no deja de ofrecer inquietantes connotaciones en un contexto como el de Japón en los años treinta, un país sometido a un férreo régimen militar que se aprestaba a desatar su agresiva política de expansión por Oriente.
No obstante, en lugar de defender su tesis a rajatabla, Tanizaki se revela un autor lo bastante sutil y sensible como para deslizar alguna contradicción que sirve de contrapunto y que relativiza, en alguna medida, su postura y que, a la postre, le humaniza.
viernes, octubre 12, 2012
Soberanía de juguete / Dummy sovereignity
Entonces sacaron las banderas, los estandartes, se vistieron con fracs y trajes de chaquetillas, refulgieron los pechos cargados de medallas... y al menos por unas horas, durante el tiempo que duró el desfile militar, jugaron a ser los dirigentes de un país soberano.
Flags and banners were taken out, they dressed in tuxedos and elegant jackets, breasts shone filled with medals... and at least for a few hours, while the military parade lasted, they played at being the leaders of a sovereign country.
Flags and banners were taken out, they dressed in tuxedos and elegant jackets, breasts shone filled with medals... and at least for a few hours, while the military parade lasted, they played at being the leaders of a sovereign country.
jueves, octubre 11, 2012
Intento de suicidio de la marca España
Coincidiendo con el anuncio de la rebaja de la calificación de la deuda española por parte de las agencias de rating igualándola al nivel del bono basura, la marca España cometió un intento de suicidio la pasada madrugada tras ingerir una dosis excesiva de alcohol y barbitúricos.
El suceso tuvo lugar en la suite del exclusivo hotel marbellí en el que la marca España disfrutaba de unos días de descanso tras la agotadora gira que la había llevado a visitar las más grandes capitales del mundo.
La marca España permanece ingresada con pronóstico reservado en la unidad de vigilancia intensiva de un hospital malagueño. Aunque los médicos no temen por su vida no se descarta que sufra secuelas duraderas como consecuencia del trágico suceso.
Se descarta, por tanto, su presencia en los actos conmemorativos que tendrán lugar mañana viernes con motivo de la celebración del Día de la Hispanidad.
Lamentos de Secano Press
El suceso tuvo lugar en la suite del exclusivo hotel marbellí en el que la marca España disfrutaba de unos días de descanso tras la agotadora gira que la había llevado a visitar las más grandes capitales del mundo.
La marca España permanece ingresada con pronóstico reservado en la unidad de vigilancia intensiva de un hospital malagueño. Aunque los médicos no temen por su vida no se descarta que sufra secuelas duraderas como consecuencia del trágico suceso.
Se descarta, por tanto, su presencia en los actos conmemorativos que tendrán lugar mañana viernes con motivo de la celebración del Día de la Hispanidad.
Lamentos de Secano Press
domingo, octubre 07, 2012
Los peces no cierran los ojos
I PESCI NON CHIUDONO GLI OCCHI
Los peces no cierran los ojos, la última novela de Erri De Luca, autor de una cincuentena de libros, es su obra más autobiográfica hasta la fecha. Rememora en ella un verano transcurrido en una isla de la bahía de Nápoles cuando el escritor tenía diez años. El niño que nos presenta de Luca resulta un personaje singular. Se lamenta porque se ve a sí mismo como un ser descompensado, cuyo cuerpo no parece estar a la altura de una mente desarrollada a base de numerosas lecturas forjadas en la biblioteca paterna. Así, entiende mejor a los adultos que a los chicos de su edad y actúa en todo momento según sus propias reglas.
La novela consta de dos historias paralelas que giran en torno a dos parejas: una incipiente, infantil, se acerca; la otra, madura, en crisis, se distancia. O, mejor dicho, tres parejas si incluimos la relación entre madre e hijo, protagonistas, una y otro, de su respectiva historia, ante quienes gravita el vacío provocado por la ausencia -no se sabe si temporal o permanente- paterna. Las tramas, no exentas de suspense e incluso de violencia en uno de los casos, se ven complementadas con numerosos, aunque breves, apuntes biográficos, reflexiones, que iluminan no ya la trayectoria vital del autor sino la insalvable distancia entre aquel que De Luca fue y ese otro que hoy es.
Haciendo gala de ese laconismo, ese minimalismo que es seña de identidad del autor -su empleo de frases breves que se acompasan al ritmo de la respiración-, junto a su maestría a la hora de crear imágenes a través de las metáforas: “leer era como hacerse a la mar con la barca, la nariz era la proa, las frases, olas”; “éramos –los niños de su generación tras la Segunda Guerra Mundial- la espuma que dejó la marejada”, De Luca recupera un buen número de sus obsesiones: Nápoles como destino, la gente sencilla –homenaje incluido al Neorrealismo a través de las artes de pesca de los isleños-, el goce de los sentidos, el misterio femenino, el contacto físico con el entorno, la violencia, el compromiso, la reivindicación de los seres vivos no humanos, la lectura, la escritura –“de palabra se dicen un montón de mentiras, pero cuando uno las escribe, entonces son verdad”-, las frases, las palabras, los libros…
Las páginas de Los peces no cierran los ojos desprenden la dulce nostalgia, la melancolía propia del fin del verano cuando la vid se halla pronta para la cosecha, cuando un hombre adulto echa la vista atrás y trata de reconocerse –con desigual fortuna- en el niño que una vez fue. Estamos ante una obra de madurez, como la uva lista para ser arrancada, que funde con sencillez los más diversos géneros: autobiografía, novela de formación, thriller, novela romántica, y que debería servir a De Luca para acceder, por fin, a un público más amplio.
Los peces no cierran los ojos, la última novela de Erri De Luca, autor de una cincuentena de libros, es su obra más autobiográfica hasta la fecha. Rememora en ella un verano transcurrido en una isla de la bahía de Nápoles cuando el escritor tenía diez años. El niño que nos presenta de Luca resulta un personaje singular. Se lamenta porque se ve a sí mismo como un ser descompensado, cuyo cuerpo no parece estar a la altura de una mente desarrollada a base de numerosas lecturas forjadas en la biblioteca paterna. Así, entiende mejor a los adultos que a los chicos de su edad y actúa en todo momento según sus propias reglas.
La novela consta de dos historias paralelas que giran en torno a dos parejas: una incipiente, infantil, se acerca; la otra, madura, en crisis, se distancia. O, mejor dicho, tres parejas si incluimos la relación entre madre e hijo, protagonistas, una y otro, de su respectiva historia, ante quienes gravita el vacío provocado por la ausencia -no se sabe si temporal o permanente- paterna. Las tramas, no exentas de suspense e incluso de violencia en uno de los casos, se ven complementadas con numerosos, aunque breves, apuntes biográficos, reflexiones, que iluminan no ya la trayectoria vital del autor sino la insalvable distancia entre aquel que De Luca fue y ese otro que hoy es.
Haciendo gala de ese laconismo, ese minimalismo que es seña de identidad del autor -su empleo de frases breves que se acompasan al ritmo de la respiración-, junto a su maestría a la hora de crear imágenes a través de las metáforas: “leer era como hacerse a la mar con la barca, la nariz era la proa, las frases, olas”; “éramos –los niños de su generación tras la Segunda Guerra Mundial- la espuma que dejó la marejada”, De Luca recupera un buen número de sus obsesiones: Nápoles como destino, la gente sencilla –homenaje incluido al Neorrealismo a través de las artes de pesca de los isleños-, el goce de los sentidos, el misterio femenino, el contacto físico con el entorno, la violencia, el compromiso, la reivindicación de los seres vivos no humanos, la lectura, la escritura –“de palabra se dicen un montón de mentiras, pero cuando uno las escribe, entonces son verdad”-, las frases, las palabras, los libros…
Las páginas de Los peces no cierran los ojos desprenden la dulce nostalgia, la melancolía propia del fin del verano cuando la vid se halla pronta para la cosecha, cuando un hombre adulto echa la vista atrás y trata de reconocerse –con desigual fortuna- en el niño que una vez fue. Estamos ante una obra de madurez, como la uva lista para ser arrancada, que funde con sencillez los más diversos géneros: autobiografía, novela de formación, thriller, novela romántica, y que debería servir a De Luca para acceder, por fin, a un público más amplio.
jueves, octubre 04, 2012
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