domingo, septiembre 29, 2013
Paseando por el Soho una tarde de primavera
Caminamos perezosamente por las calles del Soho bajo la luz brillante de la tarde. Gelsomina contempla los escaparates de las imponentes tiendas de muebles antes de decidirse a entrar en ellas. Una vez dentro, me llama la atención la aparente facilidad con que en Nueva York crean espacios acogedores, sugerentes, que te invitan a permanecer; mientras, ella estudia la técnica aplicada a macizas puertas de madera reconvertidas en tableros de mesa. Cada vez que salimos de alguna de estas tiendas me felicito de nuestra privilegiada situación. Somos jóvenes, estamos juntos, y esta ciudad que se adivina inagotable nos brinda la oportunidad de reinventarnos cada día.
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5 comentarios:
Me encantaría vivir al menos por un tiempo en New York; pensar y escribir como lo hace Woody Allen, Paul Auster... Usted mismo.
Creo que es la ciudad más cosmopolita del planeta. La ciudad que nunca duerme, la ciudad menos americana y más europea igualmente.
Saludos narturaros y cordialísimo abrazo.
Sí, Rafa él, tienes razón en eso de que es la más europea de las grandes ciudades norteamericanas. Entre otras cosas eso se traduce en que invita a caminar.
Aunuqe yo ya la conocía un poco -había estado allí tres semanas dos años antes-, cuando me fui a vivir a Estados Unidos acabé instalándome en ella casi de rebote ya que tenía previsto ir a Chicago, donde vivía un amigo. Pero éste en el último momento decidió volverse a España y solo entonces me decanté por la ciudad de los rascacielos sabedor de que la vida allí tendría más recompensas pero también sería mucho más exigente. No me equivoqué.
Un raroabrazo.
El lbro está en camino.
Visitar la ciudad por ahora queda pendiente.
;-)
Saludos.
!Glups! La verdad, Blue, siento un poco la responsabilidad. El problema es que no puedo echar la culpa a nadie -ni a Merkel, ni a Bárcenas...-. Yo solito me lo he buscado.
Al margen de que te despierte o no la curiosidad, las ganas de visitar Nueva York, me conformaría con que te alimentara las ganas de seguir leyendo...
Un saludo.
Gatopando, ya lo leí. Me gustó.
La verdad es que el título del libro se corresponde bien con lo que hay dentro. Me queda esa sensación de haber estado allí, de haber conocido a muchos de sus personajes, sus formas de vivir y de sentir.
Ahora me queda comprobarlo, pero claro, para eso no basta ir de turista ¿verdad?
Felicidades y un saludo.
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