sábado, octubre 18, 2014
el palazzo
!No ha habido manera. También esta noche he tenido que acabar yéndome a dormir a la pensión! Lo más extraño es que he vuelto a soñar con herbívoros. Solo me pasa cuando duermo allí. Bueno, lo de dormir es un decir. !Qué desesperación! Y es que es como si la llave se negara a entrar en la cerradura, da igual cuántas veces lo intente. Es como si la desviara la fuerza de un imán pero al revés. Resulta difícil de explicar. Ni yo lo entiendo. A punto he estado de contárselo a la vecina del segundo, le llaman la condesa -es una mujer ya anciana, chupada y envarada-, cuando sorprendentemente me la he encontrado esta mañana en el pasillo de la pensión pero enseguida he pensado: ¿cómo le explico algo así? Va a pensar que estoy mal de la cabeza. Lo único, empiezo a pensar que a lo mejor no fue una buena idea eso de trasladarme a vivir al palazzo.
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