Como un entomólogo los insectos, Pessoa desmenuzaba y examinaba con la mente a modo de microscopio cada una de sus sensaciones. Para ello, claro, se valía de la razón aunque no siempre -era también un gran poeta, en rima y en prosa-.
Y se aplicaba a ello con la misma minuciosidad con que detallaba los balances en su tedioso trabajo como contable en una firma comercial.
A través de su observación nos descubre su personalidad y, por ende, la de su entorno: La Rua dos Douradores y Lisboa.
4 comentarios:
¡Qué sabio Pessoa...!
Abrazo
Me llama la atención ese "sentiré" porque siente algo que después razona. Pero seguro que dice bien.
Saludos.
Como un entomólogo los insectos, Pessoa desmenuzaba y examinaba con la mente a modo de microscopio cada una de sus sensaciones. Para ello, claro, se valía de la razón aunque no siempre -era también un gran poeta, en rima y en prosa-.
Y se aplicaba a ello con la misma minuciosidad con que detallaba los balances en su tedioso trabajo como contable en una firma comercial.
A través de su observación nos descubre su personalidad y, por ende, la de su entorno: La Rua dos Douradores y Lisboa.
Saludos
Nada mejor que un buen paseo por la mente para mantenerse despierto ante las continuas tropelías de la existencia.
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