domingo, diciembre 20, 2020

Españoles por el mundo / Spaniards around the world

Una edición especial del programa "Españoles por el mundo" dedicada a Juan Carlos I, previa al discurso de Navidad de su hijo.



A special edition of the program "Spaniards Around the World" devoted to Juan Carlos I, right before his son's Christmas Speech.

5 comentarios:

nadie dijo...

Yo subiría la apuesta y me lanzaría directamente a una vuelta al mundo en 80 días. La lástima es que, entre comisiones al protagonista y gastos de su elenco de Aoudas varias, creo que ni contando con Spielberg de productor, llegábamos al caché. En fin, un cordial y navideño saludo.

:Bricd´ dijo...

Cuando se fue de destierro (como a aquel mercenario del romance) me aposté un billete que el e-merito (estamos en la era de la electrónica; también ex-mérito) no regresaría como dijo, o dijeron.

Los primeros indicios aparecen bajo la sospechosa excusa de no sé qué enfermedad pandémica. (¿Acaso un noble de este tipo viaja en vuelos colectivos?)

Lo que me resulta contradictorio es que a día de hoy aún haya quién, piensa, cree que la realeza es un derecho divino; solo (en ambos sentidos, con y sin acento) me resta pensar que a muchas personas eso del sometimiento, la pleitesía, y etc., le sucede de forma súbita o súbdita

Le contaré algo que vendría muy bien para mi plataforma irónica.

La muchedumbre arremolinada saluda al pasar de los reyes, con sus hijas, en la carroza de 387cv heredada del anterior jefe del estado y a los que una vez apeados inauguran una placa con rosetones de flores tras una ridícula cortinita roja...

La muchedumbre enfervorizada aplaude, y aplaude y jalea gritos de feria y festividad como: — ¡guapa! ¡guapa! ¡majestades, majestad!

Entre tanto nerviosismo, recalcitrante fanatismo y sinsentido común, un hombre o persona humana siente un agudo dolor en su pecho. Poco después cae sobre el suelo entre terribles retortijones y dolores. Finalmente fallece sobre el lecho del asfalto por el que, minutos antes, rodaba aquel carruaje negro que como una exhalación se había detenido poco más adelante.

Al llegar, el SAMUR solo pudo confirmar su fallecimiento y notificar que murió de forma súbdita...envuelto en aquel sinsentido, …de personas humanas

Hace veinticuatro horas que disfruto de un billete de 5€ en uno de mis bolsillos que *al meter la mano repaso por entre los dedos como si de una fortuna fuera.

¿Dije fortuna? Esto me recuerda una anécdota que...


*clara alusión de guante blanco, o elefante qué sé yo

Saúdos

Il Gatopando dijo...

¿80 días? Pues toca a uno por cada millón amasado en comandita con Corinna. Aseguran, por cierto, que Juan Carlos I ahora se desplaza en alfombra voladora.

Y sí, una muerte súbdita, es lo que la prensa cortesana desea a estas alturas al emérito a fin de que se le deje de investigar en esas tierras extranjeras tan republicanas ellas.

Saludos orgullosos y satisfactorios.

:Bricd´ dijo...

Muerto el perro se acabó el uso del palatán
Igual le pasó a Pinochet

¿Te llena de qué orgullo y de qué satisfacción?

Pues, por mí que llevo años sin oír ningún discurso nunca me paré a escuchar alguno de los muchos que le escribieron (ya sabemos que le llamaban J.C. I "El león" pues se lo daban todo escrito) mañana apagaré la TV, aparato que no veo, ahuyente que vuela
Todos me sonaban a hueco.

Además, para ciertas personas que nos educamos pedagógicamente en alzalugares cuellosextraños, ya por entonces teníamos cuatro repúblicas en las que nos dirigíamos de forma colaborativa y todo eso nos sonaba a interés felón en el sentido más estricto del término de los que, bajo su yugo, estudiábamos. Es decir, el famoso “haz lo que yo digo y no lo que yo hago”.
Luego llegó él y nos pereció más de los mismos. Bueno, no sólo él; también un gordo que vestía todo el tiempo de blanco y que besaba la tierra de los países por dónde viajaba: una especie de señora mayor con cara de cínico fechorías. Habían elegido al perejil de todas las salsas y al condimento de los platos malolientes para aliñarlos en aparentes aromas disimulados…

De ahí la oquedad de todas sus palabras; ya que, después a cuerpo de ídem se pasaba las vacas en Mallorca o timoneando algún yate-sport. Todo me resultaba contradictorio.

:Bricd´ dijo...
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