miércoles, marzo 03, 2021

Jugadores de billar, José Avello

Publicada originalmente en 2001 (Alfaguara) y reeditada en 2018 (Ediciones Trea), Jugadores de billar, la segunda y última novela de José Avello, ofrece un retrato generacional a partir de un grupo de cuatro amigos a quienes une la afición por el juego del billar que practican en el viejo bar Mercurio, además de su inclinación por las relaciones sentimentales tortuosas: seres inmaduros, inadaptados, incompletos, obsesivos, hijos de una burguesía provinciana -desde la más modesta a la más ambiciosa con ínfulas de aristocracia- que, tolerados o sobreprotegidos, viven en buena medida a expensas de la generación de sus padres. Una especie de “inútiles” inspirados en la película de Fellini, más actuales, con rasgos más turbios y torcidos que añadir a la indolencia y a una leve acracia etílica y drogata con reminiscencias “culturetas”.

Personajes cuya suerte familiar se remonta, sin ellos saberlo, a la guerra civil en función, en muchos casos, de seres aún más turbios, oscuros y dañinos que ellos mismos, dando así continuidad a una España del pelotazo, entonces por medio de la rapiña y el asesinato sin escrúpulos de seres cuyo único pecado fue encontrarse en el lado equivocado de la historia, ahora a través del engaño disfrazado de proyectos empresariales con la recalificación de terrenos como telón de fondo. Cuando los secretos inconfesables de entonces amenazan con salir a la luz a raíz del interés por parte de una empresa en la adquisición de la hacienda familiar perteneciente a la familia de uno de los protagonistas, el grupo de amigos y conocidos se ve afectado por una combinación de los intereses entrecruzados de sus respectivas familias en el pasado y de las motivaciones de sus miembros en el momento presente.

A ellos se suman toda una serie de personajes con quienes se relacionan en función de la amistad o la costumbre, que en esos ambientes viene a ser un poco lo mismo, de sus lazos familiares y, sobre todo, de la irrupción de algunos recién llegados, forasteros o intrusos con intereses específicos que a la postre quiebran el equilibrio del grupo. El asesinato de un amigo periodista que no sólo amenaza con sacar a la luz los secretos y miserias del pasado sino que aspira a chantajear a miembros del entorno del poder que han puesto a Oviedo en el punto de mira de sus intereses sirve como vago catalizador y punto de inflexión de la acción: los grandes beneficiarios de entonces son los poderosos de hoy y nada se mueve sin su aquiescencia.

La hechos nos son relatados a través de un narrador invisible que emerge sólo en el tramo final de la novela. Su relato, escrito en tercera persona que en la última parte, al sentirse afectado directamente por los acontecimientos a raíz de su relación con una joven que es empleada como cebo por los promotores de la operación empresarial, muta en primera, tiene un marcado componente introspectivo. Buen conocedor de sus amigos, se introduce en el interior de los personajes de modo que nos familiarizamos con sus motivaciones, sus formas de entender la vida, en gran medida a través de la descripción de sus actos más que de su interacción en escenas. Su narración, extensa, discursiva, de formato más bien clásico, abarca un periodo de un año -cada una de las cuatro partes coincide con una estación- en un contexto temporal poco preciso, en el que el protagonismo del billar de tres bolas juega un poco al despiste pues evoca un tiempo más lejano del plasmado en la novela lo que a su vez alimenta el anacronismo de los personajes. Que el grueso de la acción transcurra en Oviedo y alrededores, a excepción de dos breves episodios, añade un componente endogámico, claustrofóbico por momentos, a la narración.

Habrá quien sienta la tentación de leer Jugadores de billar en clave de metáfora de la España actual, viable sólo desde el olvido que legitima el abuso, la injusticia, esa que, de forma simbólica, parcial, la novela de Avello quiebra y resarce. Metáforas al margen, se trata de una novela a la que merece la pena prestar atención, que en el momento de su publicación, por alguna razón, pasó bastante desapercibida pese al reconocimiento por parte de la crítica -obtuvo diversos premios- y que, paralelamente a los hechos que describe, bien merece un resarcimiento en forma de lectores.


Jugadores de billar
José Avello
Ediciones Trea
2018
548 pags.

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