Publicar una primera novela no es fácil. Uno se puede dar con un canto en los dientes si encuentra a un editor/a honesto, aunque éste siempre procurará que el riesgo de la inversión recaiga en el autor. Ahora parece que se lleva el crowdfunding. La editorial pone la logística y el autor se encarga del resto, al menos hasta cubrir los gastos de impresión. Y en ello estoy a fin de tratar de publicar La isla de los gatos, ante el riesgo de que pase más tiempo y acaben incinerando el manuscrito conmigo.
Uno no puede evitar sentirse como un saltador con pértiga al que han fijado el listón en su marca personal a fin de calificar para el campeonato.
Agotador, es la palabra.
4 comentarios:
Muchísimas felicidades, Gatopando. Conocía del tema porque algún amigo escritor también había pasado por el crowdfunding -cuando no por la autopublicación- en sus primeros libros. Le he echado un vistazo al argumento y el fragmento, y la verdad es que promete. Con ganas ya de recibirlo y leerlo. Un cordial saludo.
Vaya, deduzco que ha reservado un ejemplar. ¿Ese Capitan Haddock, quizás? Como algunas contribuciones han empleado un nick o un seudónimo me cuesta mucho identificarlas. Le transmito, lo primero, mi más sentido agradecimiento, por la colaboración y por sus palabras.
Desconocía absolutamente esta práctica para publicar un libro. Aun así, antes de proceder al crowdfunding, o campaña de pre-venta, que es como la denomina el editor, tuve que pasar el examen literario, riguroso. Son, por tanto, dos los pasos que hay que dar para llegar a la publicación.
En cuanto al crowdfunding, uno y no más, Tomás. Con lo mal que llevo importunar a la gente, más aún pedir favores, pero por La isla de los gatos, he comprobado, que a estas alturas y una vez decidido a sacarla adelante, soy capaz de cualquier cosa. Hasta yo mismo me doy un poco de miedo jaja. Solo falta ya que cumpla sus expectativas. Ojalá.
Reciba un saludo lleno de agradecimiento,
Sergio
No, no, el nick es mucho más prosaico. Empieza por mi nombre, Manuel. Un cordial saludo.
No conocía yo su nombre, claro. Así que ha sido el último en llegar, cuando el crowdfunding ya había cumplido el objetivo marcado, como diciendo: "que ya se que está hecho pero podríamos seguir si nos diera la gana", jaja.
Mil gracias, una vez más y cuantas haga falta.
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