A nadie se le escapa que nuestro anterior presidente de gobierno, Don José María Aznar, tenía a gala emplear un discurso bronco, a un tiempo chato y cortante, y siempre lacónico, partidario del mazazo ¨si breve dos veces contundente¨. Pero he aquí que desde que abandonó las responsabilidades de gobierno el señor Aznar ha sido capaz de escribir dos libros, dos gruesos volúmenes que en conjunto suman 680 páginas de prosa aznariana. La primera lectura que cabe hacer de semejante fenómeno es que el abandono del poder ha debido conllevar un profundo cambio o transformación en la idiosincrasia del distinguido personaje. Pero más sorpendente aún resulta el ahínco, el denuedo con el que el señor Aznar demuestra haberse entregado a sus veleidades literarias; 680 páginas son muchas páginas. Haciendo cálculos, resulta una media aproximada de dos páginas diarias escritas desde que se vio liberado de sus responsabilidades políticas. Ello teniendo en cuenta sus múltiples viajes a distintos países, compromisos universitarios y charlas y conferencias en numerosos foros. Desde luego, si se lo propone, Aznar es capaz él sólo de acabar, no ya con aquellos famosos records de atletismo, sino también con el récord de productividad literaria que hasta ahora ostentaba Corín Tellado.
miércoles, abril 20, 2005
domingo, abril 17, 2005
A contracorriente
Es un hecho probado que en Euskadi el voto a los partidos de implantación estatal aumenta considerablemente en las elecciones generales, mientras que el voto nacionalista experimenta un empuje en los comicios autonómicos. Se aduce como explicación que el electorado fluctúa en función de que sea el gobierno nacional (o estatal) o el autonómico el que está en juego. El primero movilizaría el voto de los partidos de ámbito estatal, mientras que el segundo movilizaría los de carácter regionalista. Personalmente, nunca he entendido dicha lógica. Siempre me ha parecido más conveniente reaccionar al revés de lo que se supone que es la regla, esto es votar nacionalista (o regionalista) para defender a ultranza los intereses vascos en Madrid y votar a los partidos ahora denominados ¨constitucionalistas¨ en los comicios autonómicos a fin de atemeperar en casa los excesos de celo nacionalistas.
jueves, abril 14, 2005
14 de abril
Otro 14 de abril, fecha intrascendente para la mayoría. Así nos va. Son ya setenta y cuatro años. Difícil que queden testigos directos, y sin embargo unos cuantos, bien sea por testarudez, por romanticismo, por dignidad, impiden que se extinga del todo la llama que ilumina el recuerdo de este país desmemoriado, que pagó tanto orgullo en su historia lejana con ingominia en su historia reciente. Fantaseo con que un día sus gentes rindan tributo de forma espontánea a toda esa serie de valores encarnados en un buen número de personas que un día muy lejano se propusieron llevar a cabo transformaciones sociales muy actuales, ¨temeridad¨que muchos de ellos acabarían pagando con sus vidas, pasando así a engordar la Historia de los Sueños Rotos, también conocida como Historia Contemporánea de España.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)