Es ese último destello del estío que se adentra ya en el otoño, que se sabe efímero, precioso. La luz ya no es cegadora sino sutil, rica en destellos y matices, se impone el deseo de disfrutar hasta el último rayo del sol, de retener el calor que nos brindan y que mañana se revelarán un espejismo.
El Verano Indio invita a la magia, al descubrimiento, a la experimentación, a rebasar los límites y adentrarse en territorios inexplorados, a dejarse guíar por los sentidos...
El vídeo captura bastante bien el espíritu del Verano Indio que anida en mi imaginación. Curiosamente lo firma -sus imágenes- el protagonista de mi película preferida. Y, bueno, 63 es una fecha que no me deja indiferente. Ya digo, cosas de magia...
(Vaya, al final he tenido que cambiar el vídeo dado que el original desapareció de youtube)
2 comentarios:
Barry Lyndon,Gauguin-Tahití,1.800,1.900... The Doors,
Indian Summer,1963...Un jeroglífico a descifrar.Con
buena música,seguro !
Adictos a las sensaciones, sobre todo a las que de verdad merecen la pena, ¿verdad Epicúreo?
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