...justo cuando al fin parecía que ya llegábamos, de forma inexplicable se volatilizó el horizonte. Seguimos navegando, no obstante, procurando mantener el rumbo ya sin un referente claro, pero cada día que pasaba y las provisiones menguaban se acrecentaba también la sensación de que arribaríamos al puerto de salida aunque ya más viejos y cansados, eso en caso de llegar a algún lado.
Extracto del diario del contramaestre Guzmán Alonso Balmaseda en ruta hacia los Mares del Bienestar en el año de Nuestro Señor 2013.
... just when it seemed that we were almost there, in a way that is inexplicable the horizon vanished. We are still sailing, however, seeking to maintain the course already without a clear referent, but each day that passes and supplies become scarcer also grows the feeling that we would arrive at the output port although older and more tired, that in case we got somewhere.
Extract from the diary of the bosun Guzmán Alonso Balmaseda en route to the Wellfare Seas in the year of our Lord 2013.
5 comentarios:
Bueno, no creo que sea tan inexplicable que se volatice el horizonte cada vez que creemos llegar a buen puerto. La explicación tal vez, sea que el horizonte es el reflejo lejano de una utopía, manipulada desde los altares, y reflejada con potente maquinaria: nunca se llega a tocar, porque no existe. Ya se ha encargado el "Gran Hermano", de que todo parezca, y no sea...
Abrazo.
Tienes razón, Rafa él. Aún así, después de tantos años persiguiéndolo, el horizonte parecía tan, tan real que aún hoy apostaría mi pata de palo...
Bah, ya lo sé. Lamentos de un viejo marino empapapados en aguardiente...
Mejor así, Gatopando. Al menos, se tiene consciencia de ello, y no como aquellos que miran con desprecio tu pata de palo: con aguardiente, ron o whiskey, mejor se otea el horizonte; aunque nos quieran hacer creer que nos engañan...
Abrazo.
Cuando lleguemos a puerto -que se parecerá inevitablemente al de partida- nos recibirán unos extraños seres enfundados en guantes de latex y máscaras; tras la pertinente inspección sanitaria y selección, nos irán asignando las tareas y trabajos a cambio de un rancho y un techo de cartón...
Curiosamente, hay otro tipo de navegantes en el proceloso mar de la crisis, a los que no solo no les afectan los temporales, la calma chicha o los piratas (de hecho, los verdaderos piratas son ellos), sino que incluso se diría que no hay mejor combustible para sus particulares ambiciones que cuanto está sucediendo. Un cordial saludo.
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