¡Qué menos que demostrarse a uno mismo que está vivo, que respira, que busca un no sé qué...! Aunque algunos a esas lonchas, les llaman cuentas en Suiza u otro paraíso fiscal...
Por cierto, ¿seremos capaces algún día desprendernos de esta pseudo-política, para hacer literatura de la vida misma...? Raroabrazo.
A veces temo que la crisis -entendida en el sentido amplio- y sus efectos estén colonizando en exceso nuestro pensamiento. Y lo veo como una servidumbre -no sé hasta qué punto inevitable o autoinflingida- que nos hace menos libres.
3 comentarios:
¡Qué menos que demostrarse a uno mismo que está vivo, que respira, que busca un no sé qué...! Aunque algunos a esas lonchas, les llaman cuentas en Suiza u otro paraíso fiscal...
Por cierto, ¿seremos capaces algún día desprendernos de esta pseudo-política, para hacer literatura de la vida misma...?
Raroabrazo.
Hago mía tu pregunta, naturaro.
A veces temo que la crisis -entendida en el sentido amplio- y sus efectos estén colonizando en exceso nuestro pensamiento. Y lo veo como una servidumbre -no sé hasta qué punto inevitable o autoinflingida- que nos hace menos libres.
¿Cuál es la mejor manera de resistir?
Raroabrazo
El hambre no entiende de grandezas, pero de lonchas sí, y finas, también.
Saludos.
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