respetable
Escocia
tierra
de Grundy
Burns
y pubs en calles traseras
y
domingo
qué
recuerdo de ti entonces
todos mis primeros años
mas
que al sacerdote en un oído
y al borracho en el otro
un
comienzo de latón entre cortinajes
como
si la reina Victoria nunca hubiera muerto
humo,
peste a carbón, negras las piedras de los edificios
traqueteo
de los tranvías
que recuerdo lo bastante bien
sonido
de carros lecheros
y
los buenos trenes siendo derivados
en las vías muertas de una mañana de
verano
y
el espeso grato aroma de las fábricas de cerveza
a través de los tejados de la ciudad
y
la punzada de orines secos en los marcos de las escaleras
con
niebla, y serrín y hojas ardiendo
y
el crepitar de patatas
y
el chamuscar del huevo frito
y
la kettle siempre a punto de hervir
en
la memoria es siempre de mañana
siempre
noche
nieve
amortiguada, sol verde interminable como domingos
donde
dolor alojado en la piel del sueño
es pagado
como
el cinto de cuero del maestro de escuela
que romper la muñeca a un muchacho
podía
y
en ocasiones lo hizo
pero
la mayor parte de las veces no
la
mayoría
fue
una Escocia para el joven Williamson
para
aprender de sus indecisiones
que
ahora, y gracias, empieza a olvidar
viendo
a cambio cómo las colinas a zancadas de los terratenientes
encorvan
los hombros no a yugo alguno sino a la libertad
después de todo
cómo
el viento del norte afilado como una cuchilla
de
forma inverosímil se pliega al
silbido de un misterio
mucho
más puro
Escocia
aún
qué
poder una vez evocado
fija Escocia al corazón
sin
evidencia real de presente gloria
en
exiguo verso arruinado
tras
todo el misterio se alza
más
allá de las idioteces de casta y credo
inmune
al tiempo y Clyde
el
puño futbolístico la sonrojante mentira
aduladores
y la ley de McGinty
sello
de un penique de Inglaterra biblia del muro de la ciénaga
y
el salmo oxidado
crujiendo
en las rodillas del Kirk (la Iglesia de
Escocia)
Escocia
aún
en
montones de residuos herbóreos teje el cardo legalizado
me
alzo, de forma innecesaria y a la fuerza
y
digo a mi Escocia, digo
acepta
de nuevo a tu mestizo hijo natural
cuya
lengua está orientada sin la menor voluntad
hacia palabras ajenas
tu
encanto permanece intacto tu sello inescrutable
una
vida barata para su precio
una distancia de ti dura y remota
introduce
tu canción en mí otra vez
siempre
una herida recibida con alegría
que
tu música secreta vive en un mundo contiguo
al
igual que ahí contigo siempre
Escocia
aún
3 comentarios:
No conozco Escocia, pero Brigadoon, que es un sitio imaginario, está allí.
Saludos.
Menuda noche. Muchos son los que van a vivirla como si fuera la final de la champions de la champions. Espere, que acaba de marcar...
Escocia fue siempre un territorio fértil para mi imaginación, mi fantasía, más aún incluso después de hacerlo realidad.
Hoy, sin embargo, me acuerdo de aquel escocés que me dijo: -perdimos todas las grandes batallas-.
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