lunes, noviembre 05, 2018

La suerte, Federico de Roberto

La suerte (La sorte), ópera prima de Federico De Roberto, escritor napolitano de nacimiento pero de familia siciliana, que vivió en Catania, autor de la monumental novela Los virreyes, obra clave del siglo XIX italiano, se compone de ocho relatos que giran en torno al motivo de la derrota; metáfora quizás del destino reservado a Sicilia, y al Sur en general, en el mapa resultante de la unificación italiana. Una variada cartografía del fracaso que acecha a personajes variopintos, pertenecientes a los más diversos estratos sociales, que ven sus ilusiones o ambiciones cercenadas, que descubren el alto precio que han de pagar por alcanzarlas o que ponen de manifiesto su incapacidad para preservar aquello de lo que disponen. Al lector se le ofrece así un mosaico de la microhistoria siciliana a través de un variado compendio de sus normas y valores, esos que aún hoy resultan reconocibles en una sociedad tan apegada a la tradición.

La desidia de una princesa incapaz de abandonar su perniciosa afición al juego mientras su patrimonio se deshace, el crimen de honor fruto de la pasión que una mujer casada despierta en un joven, o el cinismo de un pueblo que camufla su afición por la juerga y su naturaleza mezquina bajo el manto de la devoción religiosa hacia su santo patrón son las situaciones que plantea De Roberto en sus tres primeros relatos. A partir de ahí, la obsesión por mantener las apariencias, por medrar y elevar el estatus través del emparejamiento con miembros de la nobleza, el precio de tratar de satisfacer a la persona equivocada o de cumplir las expectativas en una sociedad profundamente machista que se traduce en la imperiosa necesidad de casarse en el caso de las mujeres o de tener hijos varones en el de los hombres, desvelan los mecanismos psicológicos de una sociedad caracterizada por la rigidez de las costumbres y la escasez de oportunidades

En su aspecto formal los relatos de De Roberto, que no han suscitado hasta la fecha el interés de alguna editorial española, presentan una factura costumbrista e inspiración en el naturalismo decimonónico: escritos en tercera persona, en tiempo pasado, ofrecen continuidad y pocos saltos temporales mientras eluden la descripción minuciosa de las motivaciones internas de los personajes en favor de situaciones con diálogos profusos que evitan el empleo del dialecto, tan común en la literatura italiana, lo que agiliza la lectura. El orgullo y la envidia, una constante en el catálogo de flaquezas que aquejan a los personajes que los pueblan, fuente de su insatisfacción, en buena medida son las que, unidas a la falta de oportunidades, determinan su destino. Pero más que sentimiento trágico, por crudas que puedan resultar algunas de las situaciones descritas, despiertan en el lector una velada compasión ya que en el carácter, en esa falibilidad humana tan reconocible, parecen llevar escrita su suerte.


Esta reseña está también disponible en el número de septiembre-octubre de la revista digital espacioluke

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