Y a punto de otras cosas están, si los dejan con sus palabrexjait que todo suena a "élfico" para así poder extender su lengua sin salir de la isla...Eso me dijo "Éldelgas" cuando dejó su bombona en el descansillo cogiendo la vacía y contando el dinero. Lo mismo que "Éldelbar", un tipo rancio que me sirve el café con el ceño fruncido cuando le digo que lo tomo solo, *negro, muy caliente y largo...Qué no yanqui.
[*Antiguamente, como bien sabes, el café se pedía negro. Y podía ser largo si defería del corto, el cuál era el habitual. El café con leche difería por su propio apelativo y si lo deseabas templado o frio tenías que decirlo; pues, de antemano, si el cliente nada decía...Todos, todos los cafés se servían muy calientes. El capuchino no existía y sólo ciertos camareros de barra con saberes noroesteños sabían que la leche siempre va batida; por lo tanto intrínsecamente estaban sirviendo un fraile...Pero la gente, paleta por doquier hubiera y cursi sin más luces, no los quería con "espumita"...Las mismas que ahora se "pirran" por un capuccino...Capachinos les daría yo a más de una]
Pues eso, según un erudito muy, pero que muy erudito decía que sólo en el Quijote hay más vocabulario que en toda la obra de Guillermo "el Sakespeare"...
3 comentarios:
Aún, Toño...
De ahí nos pillaron, los sajones, esa palabrexjait
Por su flexibilidad han destacado los sajones en las cosas de la lengua.
Y a punto de otras cosas están, si los dejan con sus palabrexjait que todo suena a "élfico" para así poder extender su lengua sin salir de la isla...Eso me dijo "Éldelgas" cuando dejó su bombona en el descansillo cogiendo la vacía y contando el dinero.
Lo mismo que "Éldelbar", un tipo rancio que me sirve el café con el ceño fruncido cuando le digo que lo tomo solo, *negro, muy caliente y largo...Qué no yanqui.
[*Antiguamente, como bien sabes, el café se pedía negro. Y podía ser largo si defería del corto, el cuál era el habitual. El café con leche difería por su propio apelativo y si lo deseabas templado o frio tenías que decirlo; pues, de antemano, si el cliente nada decía...Todos, todos los cafés se servían muy calientes. El capuchino no existía y sólo ciertos camareros de barra con saberes noroesteños sabían que la leche siempre va batida; por lo tanto intrínsecamente estaban sirviendo un fraile...Pero la gente, paleta por doquier hubiera y cursi sin más luces, no los quería con "espumita"...Las mismas que ahora se "pirran" por un capuccino...Capachinos les daría yo a más de una]
Pues eso, según un erudito muy, pero que muy erudito decía que sólo en el Quijote hay más vocabulario que en toda la obra de Guillermo "el Sakespeare"...
Cosas de corsarios y estrecheces
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