martes, diciembre 31, 2019

Feliz 2020

¿No veis esa muesquita en abril? Sí, ahí. ¿Y esas leves arrugas en julio, qué? Por no hablar de que noviembre luce un poquito descolorido. Comparadlo si no con octubre o con diciembre.

Está claro. Nos venden el 2020 como año nuevo pero para mí que lo han comprado de segunda mano.

viernes, diciembre 27, 2019

domingo, diciembre 22, 2019

Es una cuestion de fe / It's a matter of faith

Para quienes quieren -o no tienen más remedio que- seguir creyendo y creando. 



   For those who want -or have no choice but- to keep believing and creating.


Foto cortesía de b:Deíca-r

jueves, diciembre 19, 2019

Lotería de Navidad


Coincidiendo con el sorteo, un programa especial en televisión con reportajes, conexiones en directo y entrevistas a personas a las que nunca les ha tocado un premio.

lunes, diciembre 16, 2019

Postales negras, Dean Wareham

Nacido en Nueva Zelanda y trasplantado a Nueva York a la edad de 14 años tras pasar por Australia, Dean Wareham, guitarrista y cantante, motor creativo de las bandas Galaxie 500 y Luna, desmenuza su experiencia con la industria musical en el libro autobiográfico Postales negras (Libros de Ruido, 2014). Y lo hace a conciencia.

Educado en Harvard, Wareham se vale de un discurso lúcido y expresivo para, desde la sobriedad característica del talante neozelandés, ofrecer una visión desmitificadora de su carrera musical y de un negocio como el discográfico que en los años 90 experimentó, gracias a la venta de cedés, una edad de oro que se vería abruptamente interrumpida con la aparición de los archivos digitales lo que a la postre condenó a numerosos artistas que aportaban a los sellos credibilidad en lugar de beneficios.

La visión mercantil se ve complementada con el aspecto humano: la intensa relación entre los músicos que conforman una banda, que acaba abrasando amistades y complicidades, y con los profesionales que hacen posible su existencia: productores, mánagers, representantes de los sellos discográficos, etc. Sin olvidar el contacto con los fans y la difícil relación con la familia propia cuando uno se halla en la vorágine de una gira o trabajando en estudios de grabación lejos de casa.

Wareham describe el proceso desde la perspectiva de un grupo indie como Galaxie 500 que en 1987 empieza desde cero hasta alcanzar el estatus de lo que se ha denominado banda “de culto”, valorada por su creatividad pero que sufre para hacerse con una base de seguidores suficiente. Trío disuelto tras grabar tres discos una vez Wareham concluye que ya no es capaz de entenderse con sus viejos amigos del colegio, Damon y Naomi, quienes además de la base rítmica conforman una pareja sentimental lo que, según él, acaba por desestabilizar al grupo al sentirse en desventaja en la toma de decisiones frente a la sólida complicidad existente entre ellos.

Luna, el cuarteto con el que llegaría a grabar seis discos, retoma el sonido de Galaxie 500 pero lo desarrolla de forma más depurada. La influencia de Velvet Underground viene reconocida y encarnada más en la figura de Sterling Morrison, no en vano Wareham se encarga de la guitarra rítmica, que en la de Lou Reed, a quien trata de cretino. La presión por dar con la canción de éxito que impulse su carrera es una constante por parte del sello discográfico y las giras ponen a prueba la fiabilidad y el estatus de la banda a través de los medios de transporte puestos a su disposición, la asistencia a los conciertos -desde un par de decenas de personas hasta un par de miles-, el mayor o menor rango de los alojamientos, la relación con la prensa musical y las emisoras de radio, etc. 


Dean Wareham se describe como un líder reticente, un rol que no casa bien con su personalidad más bien taciturna, y como un ser humano que afronta sin ambages los aspectos más oscuros de su personalidad. Un lugar especial ocupan en el libro aquellos que le empujan al engaño sentimental respecto a su pareja y, de forma indirecta, hacia su hijo de corta edad, al principio de forma ocasional y después con motivo de su enamoramiento con la bajista que se uniría al grupo en la última etapa de la banda, Britta Philips, con quien se acabaría casando y formando un dúo de baja intensidad musical tras la disolución premeditada y consensuada de Luna en 2004.

Toda la experiencia queda reflejada en detalle, desde la lógica que guía el funcionamiento de las emisoras de radio en Estados Unidos al de la prensa musical británica, desde el dormir en el suelo en casas de amigos durante las giras a contar con una habitación individual en un hotel con vistas a la playa -el máximo lujo que llegó a conocer como miembro de la banda y que coincidió con un concierto en Mallorca-, desde las estrategias de los abogados de los sellos discográficos a fin de maximizar beneficios a través de los anticipos y los derechos o “royalties” a la venta de camisetas en los conciertos, sin obviar el uso y la influencia de las drogas, especialmente la cocaína, la relación con otros artistas, los a menudo desesperantes y tortuosos procesos de grabación y la complicada toma constante de decisiones.

La de Postales negras es una visión cruda del mundo musical. Se podría argumentar que es así al tratarse de un músico que se mantuvo siempre en una segunda línea pero el propio Wareham argumenta que bandas “triunfadoras” como REM, U2 o los mismos Rolling Stones acabarían convertidas en grandes empresas multinacionales desprovistas de alma. Su experiencia es la de liderar una banda en la precariedad constante, siempre inestable, en el alambre, en la que la incertidumbre es la norma y las satisfacciones algo puntual. Llama la atención que entre estas últimas se encuentren sus conciertos en España -el libro cuenta con un prólogo del periodista musical y amigo de Wareham, Ignacio Juliá-. El calor humano y el ambiente festivo que perciben en nuestro país lo convierten en un aliciente en sus giras como si al cruzar los Pirineos Luna luciera aquí siempre llena.



miércoles, diciembre 11, 2019

Víctimas y verdugos

Lo de los verdugos que se presentan como víctimas es tan recurrente como lo de las víctimas que se transforman en verdugos.



That of the executioners that introduce themselves as victims is as recurrent as that of the victims that become executioners.

sábado, diciembre 07, 2019

estornino negro en diciembre




Black starling in December

martes, diciembre 03, 2019

Juguetes neoliberales / Neoliberal toys

De tanto usarlo, a los neoliberales se les rompió su primer juguete: el Geyper Chile, pero ya han adquirido uno nuevo: el Exin Bolivia.



From using it so much, neoliberals broke their first toy: the Geyper Chile, but they already have acquired a new one: The Exin Bolivia.