No sé quien fue el que dijo hace ya bastante tiempo, al respecto de la pandemia, que no podíamos ir a remolque de esta, improvisando constantemente, que teníamos que conseguir adelantarnos a su evolución para poder acabar con el virus y sus consecuencias, tanto en costo de vidas como sociales. No quiero ser catastrofista, a pesar de los múltiples errores, se han hecho bastantes cosas bien, especialmente gracias a la profesionalidad, el valor y la generosidad de tanta gente anónima, pero duele ver no solo que en ninguna ola se haya ido por delante del virus -descargando de paso de presión a los sanitarios-, sino que muchas veces incluso se han tenido que recuperar a marchas forzadas recursos que habían sido válidos y que fueron desmontados antes de hora.
Y otra cuestión, quizá peque de ingenuo, pero es en situaciones como esta donde un político se gana o se debería ganar su posteridad. En cambio, tengo la triste sensación que, entre los nuestros, lo sucedido no ha sido más que un verdadero estorbo para continuar con su habitual festín de gilipolleces cada vez más alejadas del común de los mortales.
Se agradece una reflexión serena y desprejuiciada.
En Madrid no resulta fácil ser amable. En lugar de al reforzamiento de la Atención Primaria asistimos a un debilitamiento deliberado, con un personal sanitario desbordado, exhausto; la Comunidad con menor inversión por habitante en sanidad pública...
Temo que pronto enfermemos por encima de nuestras posibilidades.
3 comentarios:
No sé quien fue el que dijo hace ya bastante tiempo, al respecto de la pandemia, que no podíamos ir a remolque de esta, improvisando constantemente, que teníamos que conseguir adelantarnos a su evolución para poder acabar con el virus y sus consecuencias, tanto en costo de vidas como sociales. No quiero ser catastrofista, a pesar de los múltiples errores, se han hecho bastantes cosas bien, especialmente gracias a la profesionalidad, el valor y la generosidad de tanta gente anónima, pero duele ver no solo que en ninguna ola se haya ido por delante del virus -descargando de paso de presión a los sanitarios-, sino que muchas veces incluso se han tenido que recuperar a marchas forzadas recursos que habían sido válidos y que fueron desmontados antes de hora.
Y otra cuestión, quizá peque de ingenuo, pero es en situaciones como esta donde un político se gana o se debería ganar su posteridad. En cambio, tengo la triste sensación que, entre los nuestros, lo sucedido no ha sido más que un verdadero estorbo para continuar con su habitual festín de gilipolleces cada vez más alejadas del común de los mortales.
En fin, un cordial saludo.
Así nos va.
Se agradece una reflexión serena y desprejuiciada.
En Madrid no resulta fácil ser amable. En lugar de al reforzamiento de la Atención Primaria asistimos a un debilitamiento deliberado, con un personal sanitario desbordado, exhausto; la Comunidad con menor inversión por habitante en sanidad pública...
Temo que pronto enfermemos por encima de nuestras posibilidades.
Un salido cordial
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