Eucaristía

Las campanas llamaban a la participación

en la eucaristía de los beneficios

a celebrar en la iglesia de la Avenida de las Recalificaciones

junto al monumento a La Comisión

frente al Parque de las Influencias

Llegar

Nobody said that getting there would be easy

Nadie dijo que llegar hasta allí fuera fácil

Insurrección del precariado y victoria del PP

Otro interesante análisis que examina el contexto actual de la sociedad española y la incapacidad de la política para hacer frente a los retos planteados por los acontecimientos ocurridos el 15 y el 22 de mayo.

El ocaso de la indignación

Se titula "El ocaso de la indignación" y me ha impresionado por su clarividencia acerca de las razones -¿errores?- que están llevando al ocaso de la protesta en forma de acampada en la Puerta del Sol. Lo suscribo de principio a fin porque explica muy bien cómo el impulso original facilitado por el movimiento democraciarealya, nacido de forma espontánea, fue fagocitado por grupos de base organizados congregados en torno al movimiento tomalaplaza.net, y cómo de las reivindicaciones de base se pasó a toda una catarata de propuestas asamblearias que inciden en múltiples aspectos cuyo efecto último será la disgregación de las voluntades. 

Por mi parte, insisto en tres reivindicaciones esenciales:

reforma de la ley electoral en favor de una mayor proporcionalidad como medida para debilitar el bipartidismo y dificultar los tics propios de una partitocracia,

listas electorales abiertas, de modo que los cargos elegidos respondan directamente ante sus electores en lugar de hacerlo ante el aparato de organización -y control- de sus propios partidos,

transparencia absoluta en el gasto público -consultable en internet- y respecto al patrimonio de todos los cargos electos.

Son tres medidas asumibles por una mayoría de la población, aplicables, y que contribuirían por sí solas a higienizar el sistema.

Hay otras dos, bastante populares, que también suscribo aunque dé la prioridad a las otras:

eliminación de las listas electorales de políticos imputados,

eliminación de los privilegios de la clase política: pensiones completas tras ocho años en el parlamento, ley de incompatibilidades, etc.

Se trata de presionar hasta que los políticos las incluyan en su agenda. Y al mismo tiempo de aprender y de no caer en los mismos errores en el futuro porque, más pronto que tarde -que a nadie extrañe si sufrimos una nueva oleada de recortes y de ajustes de cara al otoño-, la mecha, aunque ahora se extinga, volverá a prender.

La administración de la indignación

Revelador el artículo de opinión escrito por Irene Lozano para El País. Contiene una valoración, en mi opinión bastante acertada, acerca del alcance del movimiento del 15M y del riesgo de que sea  malinterpretado -bien de forma interesada o por falta de comprensión- por la casta política de izquierdas.

A este respecto soy pesimista y dudo de la sensibilidad de la política establecida, de los partidos, para asimilar y dar respuesta efectiva a la indignación. Basta comprobar como Rodríguez Zapatero tiene un discurso para cada ocasión: la semana pasada, pocos días antes de las elecciones, hablaba de escuchar y de mostrar sensibilidad hacia los indignados; esta semana, sin embargo, una vez transcurridas las elecciones, asegura que no variará un ápice su rumbo de reformas de inspiración neo-liberal pese a la sangría de votos sufrida por su partido. Curiosa manera de escuchar la de nuestro presidente.

No podemos esperar nada de los políticos. El reto es que los ciudadanos nos organicemos hasta que el clamor -en la calle y en las urnas, esto último será aún más complicado que lo otro- resulte insoportable. Si el mercado forzó la mano a los políticos, sólo seremos escuchados cuando consigamos forzársela también nosotros. Mucho me temo que no hay más solución que la unidad de acción sostenida y eficaz -siempre cívica, nunca violenta- de los indignados. Esto no ha hecho más que comenzar.

Peluquín

Harto de que le tomaran el pelo decidió al fin prescindir del peluquín.

Hay algo en el aire de Madrid

Hay algo inusual en el aire de Madrid y esta vez, por suerte, no son partículas en suspensión acumulándose en el cielo ante la inoperancia de la concejala de Medio Ambiente, la Sra. Ana Botella, futura alcaldesa de la ciudad a la que accederá por la puerta de atrás cuando Alberto Ruiz Gallardón sea reclamado por Mariano Rajoy para formar parte de su gobierno el año próximo como culminación de una maniobra tramposa que delatará a sus perpetradores y que incidirá, aún más si cabe, en el descrédito ganado a pulso por buena parte de la clase política española.

No, lo que flota en el aire de Madrid es otra cosa. Y no me refiero al formidable caudal de energía que emana de la Puerta del Sol, con sus asambleas abigarradas, su legión de voluntarios distribuidos por precarios stands nacidos de la autogestión, la muchedumbre de concienciados y curiosos que por allí deambulan rodeados de molestas cámaras de vídeo tanto en la superficie como en algunas de las azoteas por las que asoman improvisados estudios de televisión. Semejante panorama, si acaso, me planteó más dudas que certidumbre: ¿será posible canalizar, sostener, articular en propuestas coherentes semejante torrente de pasión o se disolverá todo con la misma rapidez con que surgió?

Me alejaba de allí cargado de incertidumbre cuando en una plaza un tanto inhóspita encajada entre la Puerta del Sol y la Gran Vía me encontré con diversos corros de gente sentada en el suelo que, pese a lo que podía apuntar la agradable temperatura de la tarde primaveral no hacían botellón. Qué va. Hablaban de decrecimiento, de consumo responsable, de la necesidad de estar bien informados y de responsabilidad. Algunos tomaban notas y todos escuchaban con respeto a aquel que tomaba la palabra.

En aquella plaza anónima la comunicación entre extraños era posible sin necesidad de intermediarios, sin los filtros a que nos tienen acostumbrados los medios de comunicación, sin tarimas ni ejercicios de autoridad. Nadie había sido capaz de dar una respuesta convincente a las cuestiones que a todos ellos preocupaban y por ello habían decidido buscarlas por sí mismos, con la ayuda de otros en su misma situación. Fue así, durante el rato que permanecí en su compañía, escuchándoles contrastar opiniones, que me olvidé de mi desesperación.  

Responsabilidad individual en la era de la globalización

"La globalización significa que todos somos mutuamente dependientes..., pero la solidaridad de nuestros sentimientos dista de estar a la altura de esa nueva solidaridad de nuestro destino... Ya no podemos estar seguros de nuestra inocencia moral cuando otros seres humanos sufren humillación, sufrimiento o dolor... Las responsabilidades que estamos dispuestos a asumir no van tan lejos como las consecuencias que nuestro comportamiento cotidiano tienen en las vidas de personas cada vez más distantes de nosotros",

dijo Zygmunt Bauman: Mundo consumo. Pag. 108

Puerta del Sol

Una cámara situada en una azotea transmite, en tiempo real, una panorámica de la Puerta del Sol. Mañana espero pasarme por allí.

  http://www.soltv.tv/

Como para pellizcarse

El próximo domingo, 22 de mayo, se adjudicará la mayor bolsa de trabajo público que se celebra en este país. La única que, paradójicamente, a diferencia de la educación o de la sanidad, no ha sufrido ningún recorte con la crisis. Ni siquiera ha afectado al presupuesto de la campaña, sufragado por los españoles. Al examinar las listas, uno comprueba que se elegirán aún más representantes políticos incluso que hace cuatro años. Dicen que es por el aumento de la población. La crisis, por tanto, no supone un recorte en el número de concejales, de diputados forales o de diputados autonómicos que durante los próximos años cobrarán del erario público. No, esas cosas sólo afectan a quienes opositan al sector de la enseñanza o de la sanidad. Menuda suerte la suya. Es como si la crisis aún no hubiera llegado a la política. No me extraña que estos días se les vea tan sonrientes. Ser hoy político y salir elegido es como para pellizcarse y no creérselo. Además, ni siquiera hace falta ser el mejor, el más competente, para conseguirlo.

Mereció la pena

Soy muy malo calculando pero ayer nos juntaríamos en Madrid, por lo menos, unas veinte mil personas. Una convocatoria hecha por los ciudadanos para los ciudadanos. Quizás eso explique la ausencia casi total de medios de comunicación en la manifestación y la escasa cobertura dada al acontecimiento, pese a que hubo concentraciones en más de cincuenta ciudades españolas. Lo que no es sino una prueba de que los grandes medios de comunicación son los primeros interesados en mantener el status quo. Pero ¿qué queréis que os diga? Eso demuestra la espontaneidad con que ha surgido el llamamiento, porque ayer en las calles de Madrid no eran los partidos políticos, ni los sindicatos, ni siquiera los actores y famosos de turno, quienes se erigían en representantes de los ciudadanos. No, era tan sólo la voz del pueblo -mayoritariamente joven y sin intermediarios- la que se escuchaba. ¿Y qué decía? Que hay que acabar con el bipartidismo PPsoE, que está asfixiando el sistema. "Le llaman democracia y no lo es" fue una de las consignas más coreadas. De cara a las elecciones de día 22 las propuestas son muchas y se contradicen. En lo único en que parece coincidir la gente concienciada es que ni un solo voto vaya a los dos grandes partidos. Hoy por hoy es la única manera de romperle el espinazo a la partitocracia que ha secuestrado a la aún joven democracia española.

Estoy seguro que la próxima vez seremos más. Y entonces los medios vendrán detrás con la lengua fuera deseosos de ser ellos quienes describan la historia.

Democraciarealya

Mañana, domingo, 15 de mayo, hay convocadas manifestaciones en numerosas ciudades españolas por una plataforma ciudadana llamada Democraciarealya que engloba a un gran número de asociaciones. Una magnífica ocasión para mostrar a nuestros gobernantes, a nuestros representantes políticos y sindicales, nuestra indignación con la situación actual y con el modo en que está siendo manejada. La convocatoria se está difundiendo por la red y, que yo sepa, sólo el diario Público se ha hecho eco de ella. Por tanto, la protesta, quizás, debería hacerse extensiva a los medios de comunicación tradicionales siempre solícitos ante  la primera idiotez que se le ocurra al politico de turno pero ciegos y sordos ante las iniciativas que surgen de los ciudadanos.

Entra en la web de democraciarealya y comprueba si en tu ciudad hay convocada una protesta. En tal caso, si mañana no tienes nada mejor que hacer date una vuelta. Lo mismo te vuelves a casa después de dar un paseo o, !quién sabe!, a lo mejor contribuyes a hacer historia.

Burial: NYC

Deshojando la margarita II

crear, destruir; crear, destruir; crear, destruir; crear, destruir; crear, destruir; crear, destruir; crear, destruir...

Muerte en Persia

Un halo trágico envuelve la figura y la obra de Annemarie Schwarzenbach. Perteneciente a una acaudalada familia suiza, Annemarie sintió muy pronto el deseo, o la necesidad, de huir de las estrictas convenciones, de la rigidez inherente al privilegiado entorno que le tocara en suerte. Un temperamento inquieto, atormentado, encarnado en su androginia, en sus adicciones, se encargaría del resto. Emprendió numerosos viajes, algunos de los cuales servirían de telón de fondo para su novela Muerte en Persia.

Bajo una apariencia lánguida, una estructura un tanto deslavazada, se oculta una obra singular, engañosa, de esas que adquieren vida propia una vez concluida su lectura. Sea por su bagaje romántico, por su malditismo inconformista, Muerte en Persia transmite al lector ese pálpito insondable que late en aquellos individuos que rehusan las certezas al por mayor y se lanzan sin contemplaciones a la búsqueda de sus propias respuestas.

Seres temerarios, desafíantes, siempre proyectados hacia escenarios distintos de aquellos en los que se encuentran, para los que el viaje físico y personal se solapan hasta hacerse indistinguibles. Capaces de llegar hasta allá donde no habita el cálculo, donde el instinto de preservación y la propia conciencia se disuelven. Es como ni siquiera la muerte bastara para contener el auténtico impulso de un espíritu errante en fuga de sí mismo.

agitadoras y espacioluke

Para el número de mayo de agitadoras he cocinado una sesión doble de cine, mientras que en espacioluke vuelvo sobre la filosofía del decrecimiento.