Aprovechando la convocatoria de las elecciones al Parlamento Europeo -por vez primera será éste quien elija al presidente de la Comisión Europea- y que se celebran en una circunscripción única -en lugar de la provincial, como sucede en las demás- y lo que cuenta, por tanto, es el volumen total de votos alcanzados a nivel nacional, al calor de la indignación han surgido distintas propuestas como Podemos, el Partido X o Escaños en Blanco que buscan presentarse a las mismas. Dichas elecciones constituyen un buen trampolín para darse a conocer, gracias en parte a que tradicionalmente se da en ellas una alta abstención entre quienes votan a las formaciones de siempre.
La ley obliga a cualquier formación que presenta su candidatura por primera vez a reunir 15.000 firmas que sirvan como avales. No es una tarea sencilla. Disponen de tres semanas para conseguirlo y por el medio está la Semana Santa. Se trata, sin duda, de un difícil obstáculo que viene a dificultar la aparición de nuevos actores políticos y que, a la postre, atenta contra la pluralidad.
Estas nuevas formaciones apuestan por promover un sistema democrático más abierto a la ciudadanía, más participativo e inclusivo, que supere la idea de que votar -y olvidarse durante cuatro años acatando, por supuesto, las leyes que se promulgan- es la única contribución que cabe esperar por parte de la sociedad en un sistema democrático avanzado. Reclaman buscar el modo de dar una mayor voz a la ciudadanía a la hora de adoptar las grandes decisiones políticas que nos afectan o, en el el caso de Escaños en Blanco a visibilizarla -estos proponen dejar vacíos los escaños que consigan como alternativa al tradicional voto blanco o nulo emitido como protesta, el cual al final no computa y queda en un gesto estéril-. En consecuencia, buscan que los ciudadanos asuman un rol más activo y constructivo en la toma de dichas decisiones.
Esta última es un poco la razón por la que he decidido hacer un pequeño esfuerzo y ayudar, de forma personal, al Partido X a conseguir las firmas que necesitan para presentarse a las elecciones europeas. Un pequeño gesto de concienciación que nos recuerda que si queremos que haya cambios sustanciales deberemos comprometernos y contribuir de alguna manera a que se hagan realidad.
Por ello, adjunto el enlace a la página en la que se puede firmar. Esta, como es natural, no conlleva ninguna obligación o compromiso de votarles en las elecciones aunque, como es lógico, es de capital importancia para quien sí quiera hacerlo.
Puedes obtener información general sobre cómo proceder para otorgar el aval al Partido X en este enlace
El enlace a la página para proporcionar la firma electrónica está aquí
El plazo finaliza el 21 de abril.
3 comentarios:
Gatopando, me da miedo esa dispersión del voto ese que llaman "descontento".
No sé qué voy a hacer. Solo tengo claro a quien no voy a votar y el resto...
Aparte de eso, las exigencias para presentar candidatura me parecen descabelladas. Todo está demasiado atado.
Saludos.
sí, Blue, esa dispersión del voto es ya inevitable y no parece el mejor comienzo. En honor a la verdad hay que decir que el Partido X hizo una propuesta para buscar posibles alianzas aunque...
el baile de siglas que se disputa el voto indignado recuerda al del inicio de la Transición: IU, Equo, Podemos, Partido X, Escaños en Blanco y alguno más que se me escapa.
lo único, ser consciente de que la abstención legitima el actual estado de cosas y si aspiramos a un sistema más abierto y participativo será porque algo tenemos que aportar; el cambio real siempre empieza por uno mismo.
¿habrá llegado pues el momento de poner nuestras contradicciones a trabajar?
Un saludo azul marino
Bueno, otra cosa que también tengo clara es que esta vez no voy a quedar en casa, así que sí, pondré las contradicciones a trabajar.
;-)
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