viernes, febrero 27, 2015

Última hora

"Investigada empresa multinacional por no defraudar impuestos a través de la ingeniería fiscal."

-En caso de confirmarse, tengan la seguridad de que no nos temblará la mano -aseguró el ministro de Hacienda.

martes, febrero 24, 2015

pessao

Insistía, haciendo caso omiso a mis reiteradas protestas, que era un pessao, Pessoa. Entonces, me desperté.



sábado, febrero 21, 2015

Gran coral, La noche americana


Gran Coral de La noche americana, de Francois Truffaut, compuesta por el gran Georges Delerue.

martes, febrero 17, 2015

Waging Heavy Peace, la autobiografía de Neil Young

La autobiografía de grandes artistas musicales se antoja un género al alza. Tras Bob Dylan, Patti Smith, Keith Richards o Morrisey le ha llegado ahora el turno a Neil Young de hacer recuento de su vida y trayectoria artística en su libro Waging Heavy Peace –aún pendiente de traducción al castellano. En él, el músico canadiense demuestra saber cuáles son los pasajes de su trayectoria por los que puede sentir especial curiosidad el lector medio y de ello se vale mediante breves alusiones que promete retomar más adelante para contar lo que en verdad a él le interesa, empezando por su firme empeño personal –en plenas negociaciones coincidiendo con el momento en el que escribió el libro- en comercializar un reproductor musical –denominado Pono- que mejore las pobres prestaciones en cuanto a la calidad del sonido de los reproductores de mp3 cuya difusión a través de fuentes como Spotify o I-Tunes ha contribuido, según él, a devaluar de forma dramática el acto de escuchar música.
Así, comprendemos enseguida que Young está lejos de ser un hombre unidimensional entregado en exclusiva a su carrera como músico y que sus intereses y proyectos son múltiples y variados, desde las maquetas de trenes a la construcción de casas si bien en su faceta de empresario de la innovación, además de Pono, destaca su pasión por Lincvolt, otro empeño personal, en este caso de muy largo recorrido, que consiste en la creación de un coche respetuoso con el medio ambiente que, en lugar de gasolina, funciona con etanol. Y es que Neil Young es también un fanático de los coches, especialmente de los modelos clásicos fabricados entre los años cincuenta y setenta los cuales ha coleccionado por decenas a lo largo de su vida.
Al margen de estos proyectos, a los que el autor de Harvest vuelve de forma recurrente, casi obsesiva, su autobiografía gira en torno a cinco intereses fundamentales: los medios de transporte de los que ha dispuesto: múltiples coches, como ya hemos mencionado, autobuses, con especial atención a Pocahontas, el mítico autobús acondicionado que le transportó en innumerables giras, o su barco de vela; los innumerables colaboradores y amigos: músicos, productores, managers, ingenieros de sonido, etc. sin los cuales su carrera musical no hubiera sido posible, de quienes nos ofrece una semblanza y a los que expresa su gratitud; los lugares y las casas en las que ha vivido a lo largo de los años; la familia tanto de origen como la propia sin olvidar sus relaciones sentimentales previas a ésta; y, por fin, la música sea a través de sus guitarras, de sus grabaciones, de la incesante búsqueda del sonido adecuado y de la creación de aquellos álbumes, así es como a él le gusta denominarlos, que a la postre le dieron la fama.

En lo que concierne a su carrera musical Young es exhaustivo al relatar sus andanzas iniciales en Canadá y bastante prolijo respecto a sus primeros pasos en California como miembro de Buffalo Springfield, mientras que describe muy de pasada su relación con Crosby Stills & Nash. La parte del león, como es lógico, se la lleva su carrera en solitario y su trabajo junto a Crazy Horse. Según él, la química entre sus miembros es el ingrediente esencial que determina el devenir de cualquier grupo.
Los hechos son narrados en forma de breves capítulos –hasta 68 incluye el texto- siguiendo un orden aleatorio en lugar de cronológico, centrados a menudo en torno al momento presente en el que Young está inmerso en la escritura del libro lo que le permite apelar en numerosas ocasiones al lector y establecer un sencillo juego metaliterario. Llama, por ejemplo, la atención que el autor está atravesando un bloqueo creativo: según confiesa no ha sido capaz de escribir una sola canción desde que unos meses antes dejara de fumar yerba, lo que le da a pie a reflexionar sobre el acto de la inspiración artística. Resulta, sin embargo, un tanto parco a la hora de revelar sus referencias culturales y artísticas, incluidas las musicales.
El perfil que, en definitiva, emerge del propio autor es el de un hombre inquieto, activo, curioso, difícil, obstinado, reaccionario y contradictorio, dado a mezclar el materialismo y la espiritualidad del mismo modo que en su música conviven la vertiente eléctrica y acústica y en su identidad sus raíces canadienses y su larga experiencia californiana. No obstante, si algo pervive en el lector una vez concluida la lectura de Waging Heavy Peace es un marcado sentimiento de culpa cada vez que escucha su música en un reproductor de mp3. Resulta en verdad complicado disfrutarla imaginando la cara de disgusto que a buen seguro pondría Neil Young en caso de estar ahí presente.
Esta reseña está también disponible en el último número de la revista digital de arte y pensamiento espacioluke

sábado, febrero 14, 2015

La nueva medicina

El tiempo pasa, sí, pero no lo bastante deprisa. Aún faltan 27 años para que un equipo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins revele al mundo sus asombrosos, inesperados pero incontestables hallazgos, a saber:

que fumar un cigarrillo en ayunas mientras se mastica lombarda constituye la prevención más efectiva contra las enfermedades coronarias,

que comerse los mocos al sol con las piernas levantadas favorece la renovación celular,

o que dejar reposar durante dos días yogur natural mezclado con abundantes dosis de la propia baba y comerlo antes de dormir es el antídoto más eficaz contra la fatiga mental.

Son solo algunos de los descubrimientos que supondrán el pistoletazo de salida para al desarrollo de la rama de la medicina preventiva relacional que desmontará falsos conceptos y revolucionará de arriba a abajo la investigación en la fisiología y la medicina.

martes, febrero 10, 2015

Inversión


Invierte en impresiones,
en fotocopias,
en encuadernaciones,
también en papel, en sobres
y en envíos por Correos,
mas no gana para tanto rechazo.

sábado, febrero 07, 2015

martes, febrero 03, 2015

Sí, se puede pero...

Este mes me he esforzado en buscar un tema original para mi colaboración con la revista digital agitadoras y, tras mucho cavilar, he decidido escribir sobre... !Podemos!

¡Y pensar que hace solo un año no habíamos oído hablar de Podemos! Este detalle, por sí solo, encapsula la vertiginosa transformación que ha padecido el sistema de partidos español desde que a raíz de las pasadas elecciones europeas la nueva formación abriera en el buque bipartidista una vía de agua que no ha dejado de crecer. Todo va tan rápido que pese a la abultada agenda electoral prevista para este 2015 y al ritmo frenético que imponen unos medios de comunicación cada vez más alterados –o precisamente por ello- he pensado que merecía la pena detenerse un poco y reflexionar sobre el fenómeno a fin de ordenar ideas y sensaciones. Y qué mejor forma de hacerlo que escribir sobre ello.

Hoy es evidente que el surgimiento del movimiento 15M, con su ánimo de plantear una enmienda integral al sistema bipartidista heredado de la Transición, dejó el terreno abonado para la aparición de un partido político que regara la semilla plantada y cosechara sus frutos. Escaños en Blanco o el Partido X fueron algunos de los proyectos que se disputaron el legado del descontento en las elecciones al Parlamento Europeo –propicias para la presentación de nuevas candidaturas al celebrarse en una circunscripción única y registrar tradicionalmente las grandes formaciones una alta abstención- si bien fue Podemos el que se llevó el gato al agua.

Frente a iniciativas revolucionarias, o ingenuas, según se mire, como las ya citadas –Escaños en Blanco proponía dejar vacíos de forma permanente los escaños obtenidos como medio  de visibilizar la protesta contra la política tradicional, mientras el Partido X abogaba por una democracia cibernética y la implicación ciudadana mediante la creación de grupos de trabajo especializados por tareas al margen de las ideologías-, Podemos demostró que en pleno siglo XXI el éxito político aún depende de un liderazgo carismático apoyado en los medios de comunicación audiovisuales, con la red como elemento indispensable si bien en un rol complementario y no central.

Podemos ha conseguido algo que solo hace un año hubiera resultado impensable: ofrecer la alternativa de volcar toda la rabia y la frustración ciudadana acumuladas en las urnas en lugar de la calle, como ocurrió con el 15M. Una calle, por cierto, hoy ya perfectamente blindada gracias al celo represor demostrado por los Ministerios de Interior y de Justicia decididos a cortar de raíz cualquier atisbo de reditar la experiencia de los indignados. Paradójicamente, la apuesta por las urnas la hace mucho más difícil de combatir para el establishment: no hay disturbios ni episodios de violencia, relativamente frecuentes en las protestas ciudadanas, que amplificados por los medios provoquen el rechazo de la mayoría silenciosa y estigmaticen a sus promotores. Esa es la osadía de la apuesta de Podemos: tratar de ganar al establishment jugando a su propio juego y con sus mismas reglas...

Si lo deseas, puedes leer el texto completo en el número de febrero de la revista digital de agitación cooltural agitadoras