Nadie reconoce en los libros de historia
su historia. Nadie se atreve a decir
así fuimos. No hace mucho tiempo.
Todos quieren olvidar, pero no se puede...
Y nadie se atreve a reconocerlo.
Hemos renegado de la palabra
que reconoce lo que dice...
Me conformo con poco, dice la mente.
Cada vez con menos, responde el corazón...
Y esa vida que nos hace renegar de todo
pero que no cambiaríamos por nada...
No, no me he vuelto loco:
soy el poeta que escribe de vosotros
como otros hablan de sí mismos.
Y nadie, ni los unos ni los otros,
me quieren hacer caso...
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