El mundo onírico (que no irónico, aunque posiblemente también estén emparentados) que tan subjetivo nos parece es el compendio de fobias, miedos y batiburrillos cargados de tópicos que la mente descarga durante el trayecto, dormidos, de un día para otro; o al menos durante unas horas. Qué curioso que sean, esos vagos recuerdos, a veces, los que se den finalmente durante los últimos segundos donde la mente estira el tiempo haciéndonos creer que éste se dilata sin ton ni son, cuando, en realidad, son unos segundos de una plasticidad y elasticidad tan increíble que sobrepasa los límites de las teorías de Albert E.
De estos, sueños y autorreparaciones, se han producido, a lo largo de la historia, histerias masculinas que han conducido a la humanidad por caminos errados con o sin herraduras. Ferrados extensos de pensamientos atropellados que dependientes de poderosos o en los casos de supuestos dirigentes de grupos y clanes en la antigüedad ponían todo patas arriba para amedrentar a sus congéneres. A veces, muchos y la mayor parte de las veces, tenían mucho que ver con las sustancias que se habían fumado o metido en en cuerpo mediante cualquier fermento, bebedizo o almuerzo.
En fin, de esos supuestos sueños está lleno el archiconocido libro de libros que todos sabemos no es más que un libro de ensayo y error de un compendio de dimes y diretes, donde para darte una de cal te metemos ciento de arena. Así cualquiera da veracidad a cualquier escrito, sea tesis, tesina o tisana...
La foto, meu, es caralludamente buena; una pena que sea tan escueta y pequeña.
Aún me manejo con una handycam Sony de esas, cuenta con un zoom rudimentario y poco más. Tiene unos cuantos años y la pobre empieza a dar síntomas de agotamiento. Pero, bueno, con mi espíritu dilettante, más de captar ideas, instantes, que de elaborar su plasmación aún me arreglo. Me alegra saber que te ha gustado. Espero que hayas podido retomar tus incursiones nocturnas.
Yo, lo confieso, siempre he sido más de soñar despierto claro que de un tiempo a esta parte, con tanta interferencia, las pesadillas reales interfieren cada vez más y no le dejan a uno dormir.
Me parece una hermosa y sugerente fotografía. De hecho, a primer vistazo, me ha llevado a pensar en alguien que estuviera en una sesión de adivinación consultando en su bola de cristal. Un cordial saludo.
3 comentarios:
El mundo onírico (que no irónico, aunque posiblemente también estén emparentados) que tan subjetivo nos parece es el compendio de fobias, miedos y batiburrillos cargados de tópicos que la mente descarga durante el trayecto, dormidos, de un día para otro; o al menos durante unas horas. Qué curioso que sean, esos vagos recuerdos, a veces, los que se den finalmente durante los últimos segundos donde la mente estira el tiempo haciéndonos creer que éste se dilata sin ton ni son, cuando, en realidad, son unos segundos de una plasticidad y elasticidad tan increíble que sobrepasa los límites de las teorías de Albert E.
De estos, sueños y autorreparaciones, se han producido, a lo largo de la historia, histerias masculinas que han conducido a la humanidad por caminos errados con o sin herraduras. Ferrados extensos de pensamientos atropellados que dependientes de poderosos o en los casos de supuestos dirigentes de grupos y clanes en la antigüedad ponían todo patas arriba para amedrentar a sus congéneres. A veces, muchos y la mayor parte de las veces, tenían mucho que ver con las sustancias que se habían fumado o metido en en cuerpo mediante cualquier fermento, bebedizo o almuerzo.
En fin, de esos supuestos sueños está lleno el archiconocido libro de libros que todos sabemos no es más que un libro de ensayo y error de un compendio de dimes y diretes, donde para darte una de cal te metemos ciento de arena. Así cualquiera da veracidad a cualquier escrito, sea tesis, tesina o tisana...
La foto, meu, es caralludamente buena; una pena que sea tan escueta y pequeña.
Meus apreixos :)´
Aún me manejo con una handycam Sony de esas, cuenta con un zoom rudimentario y poco más. Tiene unos cuantos años y la pobre empieza a dar síntomas de agotamiento. Pero, bueno, con mi espíritu dilettante, más de captar ideas, instantes, que de elaborar su plasmación aún me arreglo. Me alegra saber que te ha gustado. Espero que hayas podido retomar tus incursiones nocturnas.
Yo, lo confieso, siempre he sido más de soñar despierto claro que de un tiempo a esta parte, con tanta interferencia, las pesadillas reales interfieren cada vez más y no le dejan a uno dormir.
Saude
Me parece una hermosa y sugerente fotografía. De hecho, a primer vistazo, me ha llevado a pensar en alguien que estuviera en una sesión de adivinación consultando en su bola de cristal. Un cordial saludo.
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