El problema en el jardín de la izquierda es que no hay un criterio único, consensuado, a la hora de arrancar las malas hierbas. Cada cual arranca las que le viene en gana y así el erial está siempre a la vuelta de la esquina.
Quizá el problema, al menos en este país, radique en que la rosa y la violeta paulatinamente se vayan acomodando a vivir entre las malas hierbas. Que no se confíen. Un cordial saludo.
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Quizá el problema, al menos en este país, radique en que la rosa y la violeta paulatinamente se vayan acomodando a vivir entre las malas hierbas. Que no se confíen. Un cordial saludo.
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