Siempre es un buen momento para repasar una obra maestra del cine como Barry Lyndon. Inspirada en la clásica novela de William M. Thackeray, es la azarosa historia de un apuesto e intrépido arribista que alcanza la cima a través de un matrimonio afortunado pero cuyo carácter le acaba condenando a la desgracia. Una trágica historia de corte determinista que de la mano de Stanley Kubrick derrocha belleza y sensibilidad a lo largo de sus tres horas de metraje. A menudo se la ha tildado de espectáculo preciosista, un tanto vacuo, algo así como un festín para los sentidos. Y lo es, eso y mucho más. Se me ocurría el otro día que si el duque de Palma aún no la ha visto podía ser una buena ocasión para hacerlo. Estoy convencido de que le iba a provocar más de un escalofrío.
El vídeo lo firma un tal Barry Lyndon 63. Cuenta en youtube con un canal en el que ofrece canciones acompañadas de música de películas. La selección que hace resulta, cuando menos, llamativa.
El tema central de la banda sonora es Zarabanda de GF Handel, aunque a mí el que me arrebató fue el melancólico trío para piano, violín y cello de Schubert. Aunque este lo dejamos, quizás, para otra ocasión.
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