Ahora que se va a producir el cambio de gobierno, puede ser un buen momento para repasar los fundamentos del neoliberalismo tal y como fue concebido por su gurú Milton Friedman:
* los gobiernos deben retirar toda clase de leyes y regulaciones que obstaculicen la acumulación de beneficios (desregulación),
* los gobiernos deben vender toda clase de activos que las empresas puedan gestionar con la obtención de beneficios (privatización): salud, correos, educación, pensiones, incluso los parques nacionales (como se propuso recientemente en Gran Bretaña).
* los gobiernos deberán recortar drásticamente la financiación de programas sociales (recortes).
Otras medidas:
* impuestos bajos, ricos y pobres deberían pagar un mismo porcentaje de sus rentas,
* la empresas deberían tener la libertad de vender sus productos en cualquier lugar del mundo y los gobiernos deberían abstenerse de proteger a la industria local,
* todos los precios deberían ser fijados por el mercado,
*no debería haber un salario mínimo
Estas siete medidas -extraídas del libro La doctrina del Shock, de Naomi Klein- podrán servirnos como un termómetro a fin de medir la prevista elevación de la temperatura del neoliberalismo en nuestros cuerpos sociales.
Tal y como Klein apunta en su libro, dichas medidas -tan impopulares- solo pueden ser aplicadas en una sociedad si antes se la somete a un estado de shock que desarticule cualquier atisbo de resistencia. En nuestro caso, el shock sería la crisis económica y el miedo que ha provocado en el cuerpo social. Una paradoja que dicha crisis fuera el resultado precisamente de políticas neoliberales -la desregulación acelerada de los mercados globales que crearían riqueza sin fin, ¿recuerdan?-.
1 comentario:
Ya están aquiiiiiii
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