Y me he encontrado con un libre breve, intenso y releíble. Son noventa páginas y cincuenta fragmentos. Lo de la relegibilidad es más difícil de explicar. Pero como soy un crítico audaz lo intentaré.
La primera prueba es puramente física: dejé el volumen sobre el escritorio cuando lo terminé y, ahora que estoy enjaretando esta reseña, pruebo a abrirlo de nuevo por donde caiga. Releo el fragmento. Por ejemplo, "Mareados en un taxi". Aquí Sánchez-Pando nos cuenta el malestar estomacal que le provoca la conducción incivilizada de los famosos coches amarillos. Y de pronto aparece en el último párrafo Gelsomina, su pareja en el libro. Y todo adquiere un aire familiar. Recordamos sus derivas sentimentales, su vagabundeo por la ciudad, su buscarse la vida. Como si un amigo nos volviera a contar una vieja anécdota que, sin embargo, sigue tan fresca que ilustra por sí sola toda una época de su vida...
Si lo deseas, puedes leer la reseña completa en el último número de la revista digital de arte y pensamiento espacioluke
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo con la reseña de Pedro Tellería. He leído y releído el libro ,varias veces " a salto de mata", y cada vez lo disfruto descubriendo nuevos matices, pequeñas joyas que en la primera lectura no percibí.
Que la próxima publicación no se haga esperar demasiado. Esperemos.
Gracias por el comentario y por el "feeling", Unknown.
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