martes, enero 31, 2017

pasividad / passivity

La pasividad europea ante los refugiados ayuda a entender la indiferencia de la población alemana ante la suerte de los judíos. 




European passivity towards refugees helps to understand the indifference of the German popularion towards the fate of the jews. 

5 comentarios:

nadie dijo...

No es nueva la pasividad ante los refugiados. Hace ya muchos años, un amigo de la familia que había combatidoo en la Batalla del Ebro, sin entrar en demasiados detalles, me explicó su experiencia en el campo de Argelès-sur-Mer. Llueve sobre mojado, desgraciadamente. Un cordial saludo.

Il Gatopando dijo...

Algo he leído sobre la penosa experiencia de los refugiados republicanos en los campos de Francia. Con la turbulenta historia del siglo XX pocos países europeos se libran de haber enviado refugiados a otros países, de ahí que resulte especialmente preocupante tanta indiferencia. A veces pienso que el alejamiento en el tiempo de la II Guerra Mundial explica en buena medida la inquietante deriva -nacionalismo, xenofobia, falta de solidaridad- que está tomando el continente. Un cordial saludo.

Blue dijo...

Bueno, yo creo que tienen poco que ver. Precisamente Alemania ha acogido a un millón en el último año, gastándose lo mismo que en educación, es decir, un dineral. Todos esos, además, han elegido ese país voluntariamente, pudiendo irse a otros vecinos con culturas y religiones "amigas". Creo que Alemania precisamente está siendo generosa. Yo no lo sería tanto, pero las explicaciones son largas para plasmarlas aquí, jaja.
Saludos, Gatopando.

Il Gatopando dijo...

Alemania, con sus contradicciones, es precisamente el país que mantiene más viva la memoria de la II Guerra Mundial por razones obvias. En un principio, Merkel se mostró muy receptiva y generosa aunque reculó al ver que significativos sectores de la población alemana y de su propio partido se manifestaban en contra. Además de un principio moral de solidaridad, en ella había también un cálculo económico. Los refugiados suponen mano de obra barata, joven y a menudo bastante preparada educativamente en países envejecidos, con tasas de natalidad por los suelos, que a duras penas son capaces de mantener sus sistemas de pensiones. El de los refugiados es un problema con muchas aristas pero hay que recordar que muchos países europeos se han negado en redondo a acoger a un solo refugiado mientras que en España han sido como ciento y pico -de los 18.000 a que se comprometió- los que han llegado para una población de 46 millones de personas. Un poco más de esfuerzo sí se puede hacer, creo, sobre todo si consideramos que somos un país que ha exportado refugiados por cientos de miles en su historia reciente. Ello por no hablar de los supuestos valores europeos de solidaridad que la Unión Europea pregonó durante décadas como una seña de identidad pero que han quedado en papel mojado a las primeras de cambio. Lo más preocupante, desde mi perspectiva, es que cada vez veo más mensajes que buscan confrontar a los pobres españoles con los refugiados, como si hubiera que elegir entre unos u otros. Es una disyuntiva que encuentro maniquea y que me da mucho miedo por la intención que oculta. En fin, no me enrollo más. El asunto daría para llenar folios y folios. Lo único que pido es que se afronte, se pongan las cartas sobre la mesa y se decida lo que haya que decidir pero no que se oculte el problema y se mire para otro lado.

Saludos.

Blue dijo...

Yo creo que siempre hay un cálculo económico y que nunca hay ni hubo tal solidaridad. Creo también que solo se deben acoger "refugiados" cuando se está en condiciones de darles trabajo. Alemania parece que puede hacerlo, España me temo que no.
Entrecomillo lo de refugiados porque el porcentaje de entre los que entraron es mínimo. Simplemente aprovecharon las puertas abiertas para entrar en avalancha como inmigrantes, que es lo que en realidad son.
Y sí, claro, esto habría que regularlo y sobre todo decir la verdad, porque hay movimientos por ahí arriba que se me escapan.
Saludos.