Que eran para rescatar a la princesa Daisy de las garras del malvado Bowser, me aseguraron. Pero no, las monedas que les di las gastaron en porros y en una litrona. Que conste que no es eso lo que me duele -allá ellos con su salud-, sino el engaño, la pérdida de confianza.
2 comentarios:
Debilidades humanas, al fin y al cabo.
Ya han salido, Anónimo.
Publicar un comentario