"En la excesiva importancia atribuida al intercambio oral y al periodismo radicaba una de las principales debilidades de la vida intelectual española... Todavía en el siglo XX la conversación sigue siendo el eje en torno al que gira la vida intelectual... Los hombres públicos españoles del siglo XIX ponían en la discusión de las crisis políticas la misma minuciosidad sentida que pone una familia en debatir sus asuntos o la aldea en sus chismes"
dijo Raymond Carr: España, 1808-1939. Pag. 72
A la vista está que la situación no ha evolucionado un ápice -no hay más que ver la polvareda, el aluvión de dimes y diretes, levantada por anuncio de la renuncia del presidente de gobierno a presentarse como candidato en las próximas elecciones- desde hace más de cien años. La ausencia de debates profundos -el día a día de las tertulias, superficial, siempre da más juego y es más manipulable-, no personalistas ni partidistas, no centrados en lo inmediato, en lo anecdótico, imposibilitan la comprensión sobre el alcance de los problemas y su posible superación.
1 comentario:
si, si. Menos periodismo tertulianoy mas especialistas hablando de problemas reales.
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