sábado, diciembre 14, 2024
Los Nitxos - Cheater
sábado, noviembre 30, 2024
sábado, noviembre 23, 2024
Nela 1979
Recurrir a la escritura para llenar un vacío, una ausencia, a través de un impulso fraterno, es la razón de ser de Nela 1979, la novela de Juan Trejo publicada por Tusquets este 2024. El vacío dejado por su hermana Manuela, unos años mayor que él, de la que apenas guarda algún recuerdo tras haberse ella marchado de casa siendo aún menor de edad y habiendo fallecido de forma prematura con tan solo veintiuno años.
Tal es la tarea que el autor se propone contraviniendo el parecer de su anciana madre, partidaria de dejar a los muertos en paz. Y es que Nela se unió por propia voluntad al batallón de los prescindibles, aunque ella entonces no lo supiera, seres inconformistas, incómodos, ávidos de experiencias en un país inmerso en un proceso de transformación, en el que después de una interminable dictadura parecían al fin despuntar horizontes de libertad y de modernidad.
Al seguir la pista a Nela, la novela indaga en aquel sustrato ácrata, contracultural, que echó raíces en Barcelona en los años de la Transición, en una sociedad convulsa e ilusionada, pero también ingenua, vulnerable, en la que arraigó una subcultura joven, contestataria, imaginativa, que a la postre acabaría arrasada víctima de los estragos propiciados por la aparición de la heroína.
Es por ello que la inmersión en aquel tiempo y lugar resulta siempre dolorosa, las consecuencias fueron fatales para tantos jóvenes. El dolor se hace extensible a sus familias, en particular a unos padres y madres incapaces de afrontar, de comprender las motivaciones de unos hijos e hijas que sólo parecían dar problemas, además de cuestionar su autoridad, a lo que se añadía un insoportable sentimiento de culpa una vez fallecían víctimas de los excesos con la droga.
Esa es la situación que hubieron de afrontar los padres de Nela y del propio autor, Juan, como tantos otros en la España de entonces, en su calidad de emigrantes extremeños instalados en Barcelona, en su caso, por lo que cabe añadir un vago sentimiento de alienación. Al choque de culturas producto de la emigración, le sucede un choque de mentalidades intrafamiliar protagonizado por Nela, al que no saben cómo dar respuesta, para el que no están preparados.
Todo ese dolor ahí concentrado, incrustado, al que no hubo ni ha habido manera de dar salida, es una de la razones de que aquellas circunstancias hayan permanecido en el olvido. Tampoco los supervivientes muestran gran interés en hablar de todo aquello, como el autor tiene oportunidad de comprobar. Por otro lado, está el deseo de mantener oculta la cara B de la transición, de mantener sus miserias bajo la alfombra no vaya a deslucir el relato de la misma, a corroer los cimientos de su decorado de cartón piedra.
Es ese el entorno en el que Juan Trejo se sumerge a través de una narración discursiva, en primera persona, a base de recuerdos, intuiciones, pesquisas e imaginación, haciendo al lector partícipe del proceso de construcción de la biografía de Nela y, en parte, de sí mismo, de su bagaje familiar, en clave de testimonio, de forma amena y sin más complicidad de la necesaria, esto es, sin sentimentalismos, por qué no decirlo. Todo ello en torno a tres escenarios: la Extremadura rural de la que procede su familia, la Barcelona de los años de la transición y Génova, adonde Nela se trasladó con su novio italiano, también heroinómano, donde décadas más tarde el autor halla una inesperada complicidad.
Las instituciones implicadas no parecen tener gran interés en colaborar a la hora de desentrañar las circunstancias que rodearon al fallecimiento de Nela en un hospital de Valencia. Se escudan para ello en el paso del tiempo, en farragosos trámites burocráticos o en su condición de drogadicta. Al fin se extiende la sospecha, o al menos la posibilidad, de que algún tipo de negligencia médica pudo influir en su muerte, como si la vida de una drogadicta valiera la mitad de la mitad. Ya hemos dicho que Nela, por sus elecciones vitales, se integró en el batallón de los prescindibles y a él parecía condenada hasta que, una vez más, la literatura se propuso dar voz a aquello o a aquellas de quienes no se habla y rescatarla del olvido.
domingo, noviembre 17, 2024
calamares fritos / fried calamari
Le dije por activa y por pasiva que no me apetecía nada comer unos calamares fritos en el restaurante ese del sex-shop pero, nada, ni caso.
lunes, noviembre 04, 2024
Climas
No creen en el cambio climático, sí en enrarecer el clima político y social.
They don't believe in climate change, they do on rarefying the politial and social climate.
domingo, octubre 27, 2024
martes, octubre 22, 2024
Siglo XXI / XXI Century
El siglo XXI, sobre todo en Occidente va camino de convertirse en un otoño interminable en el que asistiremos a una caída de máscaras de los rostros cual hojas de los árboles.
The XXI century, specially in the Western world, is on ots way to becoming an endless Autumn in which we'll see masks falling from faces such as leaves from trees.
domingo, octubre 13, 2024
Colón de Larreategui
Mucho tiempo después, dormir en la misma calle en la que lo hice durante toda mi infancia y juventud, esta vez en el extremo opuesto de la misma, en una casa particular, es la clase de cosas que me emocionan.
domingo, octubre 06, 2024
hackeado / hacked
La incipiente sospecha de haber sido hackeado.
The incipient suspicion that I have been hacked.
lunes, septiembre 30, 2024
La Isla de los Gatos
Pese a todo se hizo realidad,
Que historia tan larga, la de, La Isla de los Gatos
la novela sin embargo apenas 380 páginas.
martes, septiembre 24, 2024
Chamanes eléctricos en la fiesta del sol, Mónica Ojeda
Mientras la vida en las ciudades de la costa en Ecuador se ha vuelto imposible debido a una interminable ola de violencia y asesinatos promovida por el narcotráfico, numerosos jóvenes acampan en un remoto páramo para asistir a un singular festival de música y baile en el que los ritmos más modernos y tradicionales se funden con las experiencias esotéricas y alucinatorias propias del chamanismo. La entrega absoluta a la música y el baile se erige en el asidero para una juventud en busca de sensaciones que huye de la muerte y que anhela expandir su conciencia a través de una experiencia catártica.
Algo así vendría a ser la premisa de Chamanes eléctricos en la fiesta del sol, la singular última novela de la escritora ecuatoriana Mónica Ojeda, publicada por Random House Mondadori este 2024. Una novela de contrastes que incide en el escapismo y en la iluminación como vía alternativa para una juventud herida, desorientada ante la imposibilidad de aclimatarse a una realidad que es un callejón muerto. Una vía que no tarda en desdoblarse en huida hacia adelante, más al filo cada vez entre la luminosidad brillante e intensa y la oscuridad densa e impenetrable.
Si en los años 60 amplios sectores de la juventud urbana occidental buscaron ensanchar la percepción de la realidad, ayudados por el consumo de drogas, en un entorno de creciente bienestar social y económico, en Chamanes eléctricos en la fiesta del sol lo hace con cierta desesperación, como si no hubiera ya marcha atrás dada la ausencia de una alternativa válida, de una realidad viable. De ahí el contraste entre un remoto entorno natural virgen, de muy difícil acceso, imponente como escenario pero amenazador dado su origen volcánico, de difícil adaptación para jóvenes urbanitas, frente a unas ciudades postradas ante la violencia y el crimen.
Se centra, por tanto, la novela de Mónica Ojeda en un viaje: externo -la marcha hacia el entorno de los volcanes en busca de parajes más remotos y vírgenes cada vez- pero también interno -la búsqueda de sus protagonistas y el descubrimiento personal de Noa, de su naturaleza chamánica, a raíz de su experiencia en las montañas y el posterior redescubrimiento del legado de sus ancestros tras el reencuentro con un padre que vive aislado del mundo-. Su originalidad radica en el modo en que se narran ambas experiencias a través de imágenes y sensaciones visionarias, alucinatorias, en el caso de la experiencia en las montañas, de una enorme fuerza expresiva que a menudo linda con la poesía en prosa y el discurso ensimismado, casi eremítico, de un padre que ha sustituido la comunicación con seres humanos por un diálogo con la naturaleza.
La narración, coral, escrita en primera persona desde la experiencia de los jóvenes en las montañas, alterna con un episodio en clave intimista en torno al abandono paterno y al difícil reencuentro entre padre e hija, proporcionando un sentido o clave a la experiencia personal de una de las protagonistas, Noa, al entrar en contacto con su auténtica naturaleza, con sus dotes de brujería. En cierto sentido, la novela lo es también de iniciación en forma de viaje, tiene un componente de bildungsroman.
Los límites de la amistad, la soledad, el sentimiento de culpa, son temas adicionales que emergen en la narración, además de la pasión por la música y el baile, de su sentido, desde las danzas más rituales y esotéricas de Ecuador, rayanas en el chamanismo, hasta la música y el baile entendidos desde la óptica más actual, a caballo entre los festivales y las raves. El resultado es una especie de fusión o de totum revolutum de distintas tradiciones y culturas musicales. La narración sufre un poco al intercalar algún pasaje referente a artistas o músicos reales, insertos en un discurso tan iluminado se antojan un tanto impostados.
Las montañas como remotos escenarios para estar lo más alto posible (higher and higher) -el salvajismo ya se encarga de campar a sus anchas en la vida en sociedad en las ciudades-, terremotos y volcanes como potenciales fuente de inestabilidad, amenaza constante y recordatorio de la fragilidad de la experiencia, de la existencia, la fuerte presencia del mundo animal, a caballo entre lo real y lo figurado, las peculiaridades chocantes en la composición y en el uso de los instrumentos musicales, de los cantos más inspiradores, el misterio acerca de quienes fueron dados por desaparecidos tras asistir a festivales previos... La multitud de elementos que se ofrecen con potencial simbólico, susceptibles de albergar interpretaciones colaterales, enriquecen una narración plena de vitalidad que a lo largo de casi 300 páginas cabalga/oscila entre la posibilidad de alcanzar la lucidez más reveladora y el desvarío más profundo.
lunes, septiembre 16, 2024
Accatone
Al revisar Accatone (1961), la ópera prima de Pier Paqolo Pasolini, me llamaron la atención cuatro aspectos:
lunes, septiembre 09, 2024
Acertijo visual / Visual riddle
Cuando era niño, en esta clase de acertijos visuales eran siete las diferencias que había que identificar.
sábado, agosto 31, 2024
sumidero / drain
Gaza como el sumidero que se está tragando los últimos restos de la supuesta superioridad moral de Occidente.
Gaza as the drain that is swallowing the last remants of the supposedly moral superiority of the West.
domingo, agosto 25, 2024
Privatizar la sombra / Privatizing the shadow
Hasta la sombra han privatizado en Madrid.
Even the shadow has been privatized in Madrid.
sábado, agosto 17, 2024
De eso se trata / That's the point
Acumular triunfos personales antes del fracaso definitivo de la humanidad.
Accumulating personal triumphs before the ultimate failure of humanity.
sábado, agosto 10, 2024
Libro en busca de autor
lunes, agosto 05, 2024
domingo, julio 28, 2024
¿Para quedarse? / To stay?
La hora de la mentira
ha llegado,
en plan,
la hora de la verdad.
The time of lie
has arrived
as in
the time of truth
sábado, julio 20, 2024
La muerte en Venecia, Thomas Mann
La muerte en Venecia, la popular novela corta de Thomas Mann, ofrece una reflexión, una exaltación más bien, sobre el efecto de la belleza en una persona sensible -un esteta encarnado en un maduro y solitario escritor que ha obtenido el reconocimiento-, que a su vez da pie a teorizar sobre la inspiración y la creación literaria. Todo ello bajo el influjo de la muerte -la novela arranca junto a un cementerio y culmina con el fallecimiento de Aschenbach, su protagonista-, como un viaje que encuentra su culminación en la preciosa y decadente ciudad de los canales como escenario.
En sus cinco capítulos, el escritor alemán narra el repentino deseo de viajar por parte del escritor a raíz de su visión de un hombre de aspecto peculiar junto a un cementerio, describe su perfil y el de su carrera literaria, sus dudas y devaneos hasta instalarse en un hotel junto a la playa veneciana de el Lido, explora la obsesión que en él despierta Tadzio, un joven muchacho polaco y, por fin, concluye la narración con su descenso al abismo en la hermosa ciudad corrompida por la peste.
Podría describirse Muerte en Venecia como una historia de amor platónico entre un señor ya maduro y un muchacho. Dos seres que no han tenido oportunidad de cruzar una sola palabra -el personaje de Tadzio no deja de ser una especie de espectro luminoso- y sin embargo han establecido un vínculo en forma de “una curiosidad sobreexcitada e inquieta”, propia de quienes “se encuentran y se observan cada día, a todas horas” pero se ven obligados a “fingir una indiferente extrañeza”.
Es también la historia de un arrebato, de una fascinación, una obsesión que se apodera de la voluntad de quien la padece, con un efecto embriagador no muy distinto al producido por una interminable borrachera, que no solo trastoca su habitual forma de proceder sino que acaba por ponerla patas arriba en un estado próximo a la enajenación. Una especie de síndrome de Stendhal enfocado en la hermosura física de un efebo que se desarrolla, a su vez, en un escenario de indudable belleza si bien sometido a unas condiciones extremas, mal disimuladas por los lugareños, en forma de pandemia.
Resulta un tanto desconcertante que el efecto fulminante que Tadzio ejerce sobre Aschenbach no parece tener precedente. La fascinación que éste siente por aquel es repentina, inmediata, no hay nada que nos haga pensar que algo ni remotamente similar le hubiera podido ocurrido en el pasado. Tan solo sabemos que estuvo casado, que su mujer falleció y que tiene una hija.
Como ocurre con todo enamoramiento, la obsesión de Aschenbach por Tadzio es también producto de una idealización: “Pues el hombre ama y respeta al hombre mientras no se halle en condiciones de juzgarlo, y el deseo vehemente es el resultado de un conocimiento imperfecto”. Lo llamativo es que el muchacho no solo acepta el interés que despierta en Aschenbach sino que al sentirse objeto de su admiración, participa de ella, la alimenta a través de un sutil flirteo con el escritor.
La diferencia de edad es el rasgo más llamativo, y polémico, al margen de que es entre dos hombres, de la atracción que Aschenbach siente por Tadzio, pues el muchacho polaco de aspecto un tanto frágil y arrebatadora belleza tiene apenas catorce años. Representa así, en cierto sentido, un precedente respecto a Lolita, de Vladimir Nabokov. Se trata, en cualquier caso, de una relación platónica en el sentido más estricto, no se infringe nada más allá de una supuesta rectitud moral. Tampoco hay lugar para el escándalo al tratarse de una atracción de la que solo son conscientes las dos personas implicadas, con la excepción quizás de la madre del joven. No obstante, ello invita a pensar cómo sería recibida la novela en su momento -fue escrita en 1912.
A fin de explorar el tema de la belleza, Thomas Mann recurre a las enseñanzas de la antigua Grecia, a las palabras de Sócrates a Fedro, recogidas por Platón, en torno al deseo y la virtud, en las que reconoce que la Belleza como objetivo conduce al abismo, en la medida en que para el hombre sensible no hay más opción que entregarse a ella sin reparar en las consecuencias. No es el único caso en la narración en que el autor introduce una penetrante reflexión sobre un determinado asunto o idea. Por momentos, el ensayo parece adentrarse en la ficción.
Más dudas ofrece quizás la visión un tanto desdeñosa que el autor ofrece respecto de las maneras y falta de profesionalidad que parece aquejar a la mentalidad meridional -el falso gondolero que a su llegada desobedece las instrucciones de Aschenbach y le transporta hasta el hotel, el equívoco con su valija que acaba siendo enviada a un destino erróneo-, vista desde la perspectiva de un riguroso europeo del norte.
La supuesta superioridad reaparece cuando los septentrionales aparecen como los mejor informados y los más perspicaces acerca de la realidad de una pandemia que las gentes de otras latitudes, sean italianos o polacos, no parecen captar o, aún peor, colaboran en promover el engaño. La condena de Aschenbach parece venir, en parte, al desobedecer su propia naturaleza e insistir en quedarse en Venecia una vez los veraneantes alemanes se han marchado.
Mann racionaliza en La muerte en Venecia los sentimientos y la visión de un esteta y con una precisión rica a su vez en simbolismos -la decadencia y corrupción de Aschenbach como paralelismo a la de una Venecia cada vez más insalubre-, valiéndose de un relativo distanciamiento proporcionado por el empleo de la tercera persona en tiempo pasado, con un enfoque por momentos didáctico disecciona su apasionada experiencia llevada al límite. Dicho contraste marca el tono de la novela.
lunes, julio 15, 2024
heroína y nostalgia adulterada / adulterated heroin and nostalgy
En los años 80 y 90 buscaban que compráramos heroína adulterada; hoy hay quien se empeña en que compremos nostalgia adulterada de aquellos años.
In the 80's and 90's they sought us to buy adulterated heroin; today there is who insists on us buying adulterated nostalgy from those years.
domingo, julio 07, 2024
Una experiencia lectora compartida
La lectura de Demian cuando tenía diecisiete años supuso un hito en mi trayectoria, entonces incipiente, como lector, así como un aldabonazo en mi conciencia, la de un adolescente sensible e impresionable. Pese al paso del tiempo, no he olvidado la conmoción que me provocó, como no la había sentido hasta entonces, y no abundaré ahora en el cliché de la novela que se diría escrita ex profeso para un determinado lector. Descubrí así que la ficción podía llegar a ser más poderosa en mi conciencia que la propia realidad, y lo cierto es que durante varios días me resultó difícil separar la una de la otra, tal fue el modo en que la primera se inmiscuyó en la segunda.
Entonces no fui muy consciente de las razones que produjeron en mí semejante impacto, tampoco de las claves de la novela que lo justificaran. Me limité a sentir, más bien a saborear con asombro y en soledad, al no serme posible compartir la experiencia, el efecto, la turbación que me produjo y que intenté reeditar al leer casi todo el resto de la obra de su autor, Herman Hesse. En ocasiones me pregunto si al abordar la lectura de una novela no buscaré de alguna manera reeditar el hito, el efecto que la lectura de Demian me produjo entonces, al modo de un listón fijado de por vida en una prueba de salto con pértiga.
No es de extrañar el vértigo que me asaltó al proponerme pasado el tiempo leer de nuevo Demian. Una empresa de alto riesgo esa de leer una novela que marcó o, mejor dicho, que definió una etapa de tu vida, dada la dificultad de reeditar el hito, la posibilidad de sufrir una decepción o incluso de sentirte absurdo ante la incapacidad de comprender los motivos que un día la dotaron de tanto significado. Y es que ante un caso así resulta inevitable tratar de esclarecer el misterio, más allá de la incógnita que supone leer la misma novela en dos etapas distantes de tu vida.
He aquí, sin embargo, que las circunstancias de la vida me permitieron abordar esta vez la relectura de Demian en la compañía de otra persona cuya edad se aproxima a la que tenía yo cuando la leí por primera vez. Ello me permitiría compaginar mi visión ya maleada, o al menos condicionada, respecto a Demian con la mirada fresca de mi lector cómplice. Claro que ello introducía un nuevo riesgo o complejidad: ¿habría resistido la novela el paso del tiempo?, ¿se mantendría su mensaje relevante para una persona joven en la actualidad?, ¿se produciría un disonancia significativa en cuanto a la experiencia para uno y otro?
Mis dudas no tardaron en disiparse al constatar pronto que mi lector cómplice se revelaba como tal en todo el sentido del término, de modo que mi mirada se hizo ambigua al adentrarme en la novela tanto a través de sus ojos como de los míos. Enseguida entendí así, a través de él, que el mensaje de Demian seguía vigente. Aún más sorprendente fue comprobar que el interés que la lectura provocaba en él, de un modo similar o comparable al que en su día produjera en mí, contribuía a desarrollar la complicidad entre ambos. Antes de darme cuenta me hallaba inmerso en una lectura a tres bandas: la mía en el tiempo actual, en relación a la mía de entonces, y a la del lector cómplice también en el momento actual. Ello me permitía comunicarle mi experiencia desde mi visión actual y pasada mientras que él, por su parte, sin saberlo, apelaba también a mi yo actual y a mi yo del pasado, pudiendo así yo enriquecer su lectura.
De tal forma, la conexión a tres bandas fluyó a plena satisfacción, al ayudarme la experiencia del lector cómplice a comprender a mi yo lector del pasado, del mismo modo que este último contribuía a reforzar y a enriquecer la experiencia de aquel bajo la supervisión del yo lector actual. La aportación desde cada uno de los vértices del triángulo convirtió la lectura en una experiencia rica y completa. Aún más importante fue constatar la vigencia de Demian, de su mensaje como novela de formación, en especial para alguien en la adolescencia tardía o primera juventud. No solo llegué así a comprender los motivos por los que en su día su lectura me produjo semejante turbación sino que me hizo posible transmitírselos de forma complementaria a la experiencia de mi lector cómplice. Como en un juego de espejos, se produjo así una complicidad absoluta de mi yo lector actual con mi lector cómplice y con mi yo lector del pasado, mientras que la turbación experimentada por mi lector cómplice me permitió revivir la sentida entonces por mi yo lector del pasado, contribuyendo así a romper la sensación de soledad que entonces acompañara a mi lectura.
Aunque, bien pensado, la identificación resultante de la lectura de Demian no fue a tres bandas, sino más bien a cuatro, transformándose el triángulo en cuadrado si tenemos en cuenta también la comunicación que se produjo entre nosotros tres con el autor. Sí, Herman Hesse se encargó de cerrar el círculo, si seguimos ateniéndonos a una figura geométrica, de modo que la escala temporal se amplió de manera significativa, al igual que la amplitud de la conexión ahora a cuatro bandas.
domingo, junio 30, 2024
Las llaves de la vida / The keys of life
Lo de entregar las llaves de la vida a los contables lo estamos pagando muy caro.
Giving the keys of life to the accountants is costing us very expensive.
domingo, junio 23, 2024
Demian, Herman Hesse
“Pero solo me interesan los pasos que di en la vida para llegar a mí mismo”, afirma Sinclair, el narrador y protagonista de Demian, una de las obras más icónicas de Herman Hesse, una vez echa la vista atrás para contar su historia y acotarla. Estamos, por tanto, ante una novela de formación (bildungsroman), si bien peculiar en su concepción y en el desarrollo del rito de paso -la necesidad de exponerse al lado oscuro, a lo prohibido, de integrarlo, como un medio para alcanzar la luz, la plenitud- que permite al protagonista alcanzar un nivel superior de conciencia a través de la auto exploración.
Una novela edificada sobre la dualidad, o la tensión bipolar entre realidad y sueño, luz y oscuridad, dios y demonio, música y pintura, acción y pensamiento... una dualidad plasmada también en la tensión entre Kromer y el propio Max Demian, los dos personajes contrapuestos con los que Sinclair interactúa en el arranque dando forma a la misma. Una novela relativamente sencilla en la forma, en su presentación, pero compleja dada la multiplicidad de capas y de simbolismos que ofrece, y de las que se compone.
Así, tenemos en Demian referencias bíblicas, mitológicas, pseudo-religiosas, procedentes de la Grecia antigua, de Oriente, tenemos también a la figura de Nietzsche como inspiración, una recreación del estigma de Caín, una parábola a su vez sobre la parábola del regreso del hijo pródigo, tenemos al dios Abraxas, la naturaleza que se hace presente a través de la contemplación del fuego, todo ello integrado con naturalidad, perfectamente ensamblado en la trama de una narración de apenas 175 páginas. Una obra intensa, por tanto, que requiere de una lectura atenta, sin dejar de resultar amena.
Todo ello puesto al servicio de la búsqueda de la individualidad, del propio destino, frente al rebaño, frente a las verdades heredadas que mueven a la masa. Reflejo sin duda del momento en que Demian fue escrita, en plena I Guerra Mundial, esa que con tanta efervescencia sería recibida por amplias capas de la población de los distintos países, y que tantos disgustos y tanta soledad reportaría a Herman Hesse dada su crítica al papel jugado por su país, Alemania, en la misma.
La búsqueda del propio destino se efectúa gracias al contacto con personas inmersas en la misma experiencia. La idea de una serie de seres elegidos, conectados, llamados a confluir, con los que tratar de alcanzar un mayor nivel de conciencia, una verdad superior que permita un renacimiento de la persona y, a través de ella, desde sus ruinas, de una sociedad que parecer abocada a su destrucción: “Habrá guerra… la gente está tan entusiasmada, están deseando empezar a matar. La vida les resulta tan insípida”.
Demian propone a su vez una superación de la patria, del nacionalismo, a través de la amistad y el amor: “A la patria nadie llega… pero cuando los caminos amistosos se cruzan, todo el universo se asemeja a la anhelada patria”, afirma Frau Eva, la figura que aglutina a los seres elegidos. Así mismo, identifica el miedo como una cuestión íntima que acaba por desbordar a las personas: “Alguien solo siente miedo cuando está en disenso consigo mismo. Tienen miedo porque nunca se han reconocido a sí mismos”.
En el debe de la novela cabe resaltar el esquematismo que se aplica a los personajes femeninos, un tanto idealizados, faltos de consistencia en comparación a los masculinos, pese a jugar un papel determinante. La preponderancia de los personajes masculinos se plasma también por medio de alguna sutil pincelada homoerótica, pero ante todo destaca la conexión, casi sobrehumana, que se da entre ciertos personajes de adscripción solitaria: – Yo, solitario durante tanto tiempo, aprendí acerca de la comunión entre seres que han conocido la más absoluta soledad-, unidos por la búsqueda y el destino a través de los distintos ambientes -desde el más cálido y familiar, hasta el más ascético y siniestramente gótico- y tiempos de la novela.
Durante mucho tiempo, demasiado, la figura de Herman Hesse pudo haber quedado estrechamente ligada a cierta época vital, la última adolescencia y primera juventud, viéndose su influjo un tanto desfasado tras la época de inconformismo y despertar de las conciencias asociado a movimientos juveniles ya distantes en el tiempo. Sin embargo, el creciente clima militarista promovido en nuestras sociedades en los últimos años: aumento del gasto en armamento, iniciativas en favor de recuperar el servicio militar, unido al incremento de la presión hacia el conformismo social ante los retos cada vez más considerables que afrontamos, podrían devolver relevancia a la figura insobornable de Herman Hesse y a su obra, con lo que tampoco cabría descartar una próxima revitalización de su legado.
lunes, junio 17, 2024
Libertad
Ahora llaman libertad a que sueltes la pasta. Tiene mérito, es justo reconocerlo.
Now they call it freedom to cough up the dough. It has merit, it is fair to recognize it.
lunes, junio 10, 2024
Para el insomnio, ninguna canción como esta
I'm starting to grieve, man, I used to know but now I believe, man
They tell me sleep is a gas,and if I want to lay down
But I'm sorry I woke you up, I'm living in the no sleep blues
viernes, mayo 31, 2024
Rafael Chirbes: Diarios. A ratos perdidos 3 y 4
"En realidad, lo que debería extrañarnos es que un novelista escriba sin parar una novela tras otra; lo que debería extrañarnos es que, en esto de la novela, al menos como la entendemos en este tiempo, uno pueda acabar convirtiéndose en un profesional".
"La ciencia justifica lo que la política ambiciona".
"Sé que tengo una inteligencia ágil, sensible, pero más impresionista que sólida. ¿Por qué la naturaleza no me habrá dotado de capacidad para el pensamiento abstracto?"
"... novelas a las que mata un exceso de inteligencia".
"... la historia no es material sólido, es más bien materia resbaladiza, cambiante, y hay que permanecer siempre vigilantes, no dejarla quieta ni un segundo, saber hacia dónde la dirigen en cada momento para doblarla a nuestro favor".
"... el desorden de nuestro tiempo que parece pedir a voces el fin; indagación en el alma de un cuerpo social que alegremente se asoma aun abismo cuya densidad aún no conocemos. El banquete caníbal de un capitalismo podrido".
"No me veo escribiendo columnas en algún periódico. Ya no tengo esa capacidad para ofrecerme como personaje cargado de certezas cuyo punto de vista aguarda el lector precisamente porque quiere que le confirme en el suyo".
"Es el mundo de los derechos adquiridos: eres insolidario porque te lo has pagado y ese derecho lo vives como un logro..."
"Los viajes que uno lleva a cabo en su juventud tienen mucho de esa búsqueda de vidas posibles fuera de lo que uno le ha tocado en suerte".
sábado, mayo 25, 2024
martes, mayo 21, 2024
progreso neoliberal
Al final, el progreso neoliberal consistía en prescindir de todos los valores que no cotizan en Bolsa.
sábado, mayo 11, 2024
Joe Strummer
Vale, técnicamente podría estar un poco más logrado pero era la intención lo que contaba, ¿o no?
En Lavapiés.
Muy cerca de donde vivía, en Nueva York, había otro mural dedicado a Joe Strummer. Imposible no acordarse.
viernes, abril 26, 2024
Lost In A Lost World
sábado, abril 20, 2024
Teotihuacán
Pues parece que los muros de las casas particulares en la ciudad de Teotihuacán, en el actual México, estaban decorados hacia el año 350 después de Cristo con motivos psicodélicos.
sábado, abril 13, 2024
domingo, abril 07, 2024
!Aúpa Athletic!
40 años después se consiguió romper el maleficio y, una vez más, se estuvo a la altura de la leyenda.
domingo, marzo 31, 2024
jueves, marzo 21, 2024
David Galstyan
Me fascina esta foto del armenio David Galstyan, al margen de su fuerza plástica creo ver en ella una suerte de metáfora acerca del momento que atraviesa la humanidad
.domingo, marzo 17, 2024
Optimismo / Optimism
Quienes escriben cosas del tipo: "dentro de 20 años -o 40, o 50-, la gente se preguntará cómo pudimos permitir esto o lo otro", se me antojan muy optimistas.
Those who write things like: "in 20 years time -or 40, or 50-, people will wonder how did we allow this or that", seem to me to be very optimistic.
lunes, marzo 11, 2024
sábado, marzo 02, 2024
Terrorismo judicial / Judicial terrorism
Sorprendido un comando judicial colocando una sentencia-lapa en los bajos del sistema democrático.
Judicial commando caught putting a limpet-judgement on the underside of the democratic system
viernes, febrero 23, 2024
la cama sin hacer / the bed undone
viernes, febrero 16, 2024
Extracto de Una ciudad del norte, Pedro Ugarte
Qué aguda esta observación de Pedro Ugarte en su novela Una ciudad del norte (Sloper).
Mi única duda es si no será una cuestión de personalidad, más que de educación.
domingo, febrero 04, 2024
Una gran alegría
Herman Hesse es un autor que me marcó como lector, mucho, al leerle en una edad crucial en mi formación, gracias al impacto que me produjeron novelas suyas como Demian o el Lobo estepario, también Peter Camenzind o Narciso y Goldmundo. En concreto, la lectura de Demian con 16 o 17 años -recuerdo que entonces estaba en 3º de BUP- me conmocionó. Tras acabarla permanecí como obnubilado durante días. Descubrí gracias a ella que el efecto de una ficción podía ser en mí tan poderoso, o aún más, que la propia realidad. Intuyo que a partir de entonces busqué en otros libros reeditar la emoción que me había producido aquel, revivir semejante turbación. Quién sabe si aún hoy, de forma un tanto inconsciente, aún lo hago.
Con el paso del tiempo, como es lógico, aquel chico impresionable fue cambiando, madurando -cabe pensar, aunque esto último tampoco lo tengo claro- y el recuerdo de aquellas lecturas acabó por disiparse. Las novelas de Herman Hesse quedaron para mí ligadas de forma estrecha a una etapa temprana de mi vida. Pese a que nunca olvidé el efecto que su lectura tuvieron en mí y por ello me sentía agradecido, algo me desaconsejaba probar a releerlas. El temor, supongo, a sentirme defraudado o a encontrarlas superadas por las circunstancias, a ver desvanecerse su magia ante mis ojos, como tantas veces sucede con las lecturas tempranas que en su día sentimos como cruciales en nuestra formación. Releí, sí, Demian -no lo pude evitar- pero desistí de probar con las otras.
De ahí ahora mi sorpresa, y mi alegría, al leer y disfrutar, después de tantos años, de la obra de Herman Hesse. Como a menudo ocurre fue el azar quien me trajo de vuelta a él, al encontrarme con un libro suyo de segunda mano, un volumen que contiene una compilación de artículos, comentarios de viajes y reflexiones varias, por el módico precio de 1 euro -más barato no te lo puedo dejar, me dijo el vendedor, y sólo pude asentir-. Su autor, después de todo, mantenía cierto influjo pasados los años. Pensé en leerlo a trompicones, a ratos sueltos, sin grandes expectativas, uno de esos libros que pueden permanecer durante meses o incluso años por ahí cerca, del que echar mano como comodín entre otras lecturas. Pero he ahí que fue empezarlo y buscar darle cierta continuidad. Los temas y asuntos que trata no me entusiasman pero su personalidad, sí, la forma de verlos, de enfocarlos, de reflexionar sobre ellos, su sensibilidad, en definitiva, esa que ya me cautivara entonces.
La experiencia me ha hecho feliz, que un autor que creía superado haya regresado con fuerza, esta vez a través de sus ensayos. Hasta el punto de que hoy me planteo probar a leer El juego de los abalorios, la única gran novela suya que en su día dejé al poco de empezar y que, por tanto, me falta para encajar el puzzle. Aunque atenuada, como corresponde a mi edad actual, y adaptada al género literario del ensayo, he revivido algo de la fascinación que entonces sentí. Sí, podría afirmar que Pequeñas alegrías ha sido un poco el equivalente a Demian, esta vez ya en mi avanzada madurez.
“Hubo periodos en que el odio parecía ser la norma obligada, y el fanatismo la actitud a adoptar; el que no era capaz de tales fórmulas y actitudes, quedaba barrido de la actualidad”. (Saludo desde Berna, 1917).
“...pensaba que debíamos estudiar al pueblo chino como a un competidor de igual valía que nosotros, que podía ser nuestro amigo o nuestro enemigo, pero que en todo caso podía beneficiarnos o perjudicarnos enormemente”. (Recueros de Asia, 1914).
“Estamos en otoño, huele a marchito, a cabello gris, a jubileos, a cementerio”. (Otoño, naturaleza y literatura, 1926).
“Y justamente aquellos que se dicen más patriotas aplican la palabra vejatoria a los más nobles movimientos de la Alemania actual, a los ideales que evocan y suscitan algo diferente y mejor que una próxima guerra”. (Otoño, naturaleza y literatura, 1926).
“...la protesta del poeta contra el general, contra el banquero, contra el ingeniero, contra la máquina calculadora, la protesta del corazón contra la tosquedad y la pobreza de eso que hoy se llama vivir”.(Hacer las maletas, 1926).
“Tampoco sabía que a la vuelta de unos años vendría la guerra y destruiría y empobrecería nuestra vida y que la mayoría de sus participantes quedaría encandilada con ella, y una vez terminada estarían firmemente decididos a no sacar lección alguna”. (Recuerdo de un peregrinaje a pie, 1932).
martes, enero 23, 2024
jueves, enero 18, 2024
sábado, enero 13, 2024
Odio y fanatismo
"Hubo períodos en que el odio parecía ser la norma obligada, y el fanatismo la actitud a adoptar; el que no era capaz de tales fórmulas y actitudes, quedaba barrido de la actualidad".
Herman Hesse: Saludo desde Berna (1917).