Recuerdo que hace veinte años nos las prometíamos felices ante la inminente puesta en marcha de nuevos canales de televisión que ampliarían la oferta limitada hasta entonces al primer canal de Televisión Española y al segundo, también conocido como UHF. Con la perspectiva del tiempo, hoy sabemos que la puesta en marcha de los canales privados de televisión trajo consigo un desplome en la calidad de los contenidos que se nos ofrecen a través de la pequeña pantalla. Ahora que tanto se discute respecto a la concesión que el gobierno prepara a fin de aprobar más canales, nadie parece reparar en el impacto que las televisiones privadas han tenido durante todo este tiempo. Los interesados parecen felicitarse ante la mayor pluralidad que sin duda las nuevas cadenas traerán consigo (felicitación reservada a que el canal por el que pujan obtenga finalmente una licencia), pero no parecen reparar demasiado en los intereses y necesidades de la sociedad. A nadie se le escapa que todas esas acusaciones que estos días se lanzan los directivos de los grandes emporios de la comunicación no obedecen más que una descarnada pugna por el poder. Insisto, en la actual coyuntura me pregunto quién o quiénes son los encargados de velar por los intereses de la sociedad en su conjunto, la gran afectada por el plan que se está cociendo pero que no parece tener arte ni parte en la manera de ser guisado. Otra pregunta que me hago es cómo piensan llenar la programación los cuatro o cinco nuevos canales que se nos avecinan. España es un país demasiado pequeño para contar con diez canales abiertos de televisión. Tal y como están las cosas ahora mismo es difícil no sentir hastío de ver a los mismos personajes rotando por los distintos canales a fin de llenar las incontables horas de programación que suman entre todos. Para acabar, una pregunta: ¿Quién será la máxima beneficiaria de todo este tinglado?... La respuesta a la vuelta de la publicidad.
lunes, febrero 28, 2005
miércoles, febrero 23, 2005
La derecha
La derecha española va capeando como puede, recurriendo a la agresividad en la mayoría de las ocasiones, la decepción sufrida en las últimas elecciones. Los grandes adalides de la crispación son los representantes de la derecha más escorada, más extrema, que anidan en el Partido Popular. Mientras tanto su líder, Mariano Rajoy, trata de centrar el partido para afrontar con garantías los próximos retos, si bien con escasos resultados dada la reacción montaraz de muchos de sus correligionarios. Se comenta por ahí que José María Aznar no se resigna a su jubilación, que pretendía dorada y resultó ser de plomo, y maniobra para ganar influencia, cuando menos ideológica, habrá que ver si en el futuro también práctica, en el espectro de la derecha. Dada la situación, si las circunstancias no acompañan al Partido Popular en los próximos meses o años, me atrevo a aventurar una ruptura en dicho partido. Coexisten en él demasiadas sensibilidades (desde Alberto Ruiz Gallardón a Angel Acebes y JMA) que se irán poniendo de manifiesto a medida que se prolongue la travesía del desierto y empiece a escasear el agua para compartir.
miércoles, febrero 16, 2005
La denominación de cosas y personas
He escuchado en la radio una cuña de propaganda electoral del PSOE acerca del referéndum sobre la Constitución Europea. El mensaje en alabanza de los artículos del tratado concluía diciendo que estaba financiado por el Partido Socialista. No quedaba, por tanto, claro si se trataba del partido socialista español o del portugués y, aún más significativo, se omitía la denominación de Obrero. Hasta ahora la referencia al PSOE como el Partido Socialista a secas se producía únicamente en debates, en encuentros de carácter informal, pero parece próxima su asunción por el propio partido. En tiempos de Felipe González ya se debatió la posibilidad de eliminar la denominación de Obrero, aunque se decidió en contra de hacerlo. Pero la tendencia parece inexorable. Confíemos que, en caso de producirse de un modo definitivo, la caída de la O de obrero de las siglas del PSOE se quede en un asunto estrictamente terminológico, aunque, no sé, algo me dice que sus implicaciones serían mayores de las que cabría achacar a un simple baile de letras.
Pero no es sólo en la izquierda del espectro político dónde se juega con las denominaciones. Habituados a modificar el orden de las cosas a su antojo, también a los poderosos les gusta alterar el nombre de las cosas, sobre todo el de aquéllas que les afectan directamente. Me he encontrado recientemente en la prensa con sendos artículos escritos por dos relevantes señores hasta ahora conocidos como Rodrigo Rato y Jesús Polanco, cuyos nombres aparecían en la prensa transformados en Rodrigo de Rato y Jesús de Polanco. Y es que la partícula ¨de¨ insertada entre el nombre y el apellido casa estupendamente con los egos inflados, el equivalente a un título nobiliario para los representantes más destacados de la casta de los comerciantes en el siglo XXI.
lunes, febrero 07, 2005
Campaña de la Constitución Europea
No es fácil generar ilusión hacia el ideal europeista, pero la campaña que está desarrollando el gobierno español en favor de la Constitución Europea resulta sonrojante. A la lista de figuras que encabezan su publicidad (Butragueño, Cruyff, Luis del Olmo) acaba de incluir nada menos que a Terelu Campos, otra destacada creadora de opinión en nuestro país. Va así quedando claro que los objetivos de la campaña no son otros que los futboleros y las marujas. Por otra parte, se ha sabido que las grandes empresas españolas (Telefónica, Iberia, los grande bancos, las grandes empresas eléctricas; en una palabra, los de siempre) solicitan también el voto afirmativo a la Constitución, lo que a mí personalmente me mosquea. Muy rara vez encuentro que los intereses de dichas macroempresas coinciden con los míos. Como europeista convencido que soy desde hace muchos años (a pesar de los múltiples defectos de forma y de fondo que sufre el proceso de construcción europea), me veo yendo a votar con la nariz bien tapada y los ojos cerrados.
miércoles, febrero 02, 2005
Los premios Goya
Próxima ya a su vigésima edición, la ceremonia de entrega de los premios Goya no consigue escapar de la sombra de los Oscar, de la que resulta un remedo bastante cutre como tuvimos oportunidad de comprobar el pasado domingo. La gala organizada por la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de España, por cierto una denominación calcada de la academia norteamericana, resultó sosa, desvaída, recordando en ocasiones a una fiesta de colegio de fin de curso. No dudo que sus responsables pusieran la mejor voluntad, aunque está claro que ello no basta. En especial llama la atención el evidente desentendimiento respecto de la ceremonia por parte de muchos de los profesionales que conforman la academia, los máximos interesados por tanto en su buena marcha y en su mayor divulgación. ¿Por qué las parejas encargadas de la entrega de los premios fueron delegadas en profesionales de escasa relevancia cinematográfica? ¿Por qué esa profusión de profesionales ligados al mundo de la televisión, con especial atención a la serie Aquí no hay quien viva y Siete Vidas, representada por no menos de cinco de sus actores y actrices? ¿Por qué no estaban allí muchos de los grandes representantes de nuestra industria cinematográfica, por desacierto de los organizadores o por desinterés de los afectados? Se me ocurre pensar que los premios ganarían relevancia, y glamour, si fueran entregados por artistas de la talla de Carmelo Gómez, Carmen Maura, Tristán Ulloa, Juan Diego Botto, Julio Medem, Santiago Segura, Juanjo Puigcorbé, Paz Vega, Leonor Watling, Emma Suárez, Marisa Paredes, Nawja Nimri, Jordi Mollá, Sancho Gracia, Achero Mañas, etc. ¿Por qué muchos de ellos no estaban allí? ¿Es qué ellos mismos no creen en la ceremonia, no quieren verse ligados a ella salvo en caso de salir nominados? ¿Se imaginan al gremio del cine norteamericano dando la espalda a la ceremonia de los Oscar? Pues esa es precisamente la sensación que tuve respecto del gremio español viendo la ceremonia de entrega de los premios Goya.
sábado, enero 29, 2005
Banco Impopular
El Banco Popular ha declarado en el 2004 unos beneficios que acienden a 801 millones de euros, un 12% más que el año anterior. Si mis calculos no fallan estamos hablando de unos 130.000 millones de las antiguas pesetas. Ante las cifras que manejan los bancos un simple mortal tiende a perderse, pero en cualquier caso parece una cifra como para que sus responsables estén contentos. En ese sentido se manifestó su copresidente, Angel Ron, al divulgarlos: ¨Estamos en el camino del éxito¨, dijo al parecer. A la vista de tanto beneficio resulta cuando menos chocante que hace escasamente dos semanas fuera el mismo Banco Popular el que anunciara la iniciativa de cobrar a sus clientes 40 céntimos de euro por cada operación de cajero automático que efectuaran. La indignación fue rápida y casi unánime, lo que obligó a la dirección del banco a retirar, al menos de momento, la iniciativa. Por ello causa estupor conocer unos días más tarde que la decisión no respondía a la necesidad de hacer frente a posibles dificultades que estuviera atravesando el banco. En absoluto. Se trataba de succionar sin más a sus clientes con el único objetivo de engordar su cuenta de beneficios. A nadie se le escapa que, en caso de haber tener éxito, la medida contemplada por el Banco Popular habría sido imitada de inmediato por otras entidades bancarias, de ahí la relevancia del asunto. A la espera de que un día reaccionemos de un modo más contundente, o eficaz, contra la avaricia de los bancos, de momento me conformaría con que, a fin de adaptarla a las mentalidades y deseos de sus directivos, la denominación del mencionado banco sufriera una pequeña modificación para pasarse a llamar BANCO IMPOPULAR.
miércoles, enero 26, 2005
El bla bla bla de los políticos
Todo el mundo coincide en que España presenta en los últimos tiempos síntomas de ser un país, una sociedad desquiciada. Otra cosa es que semejante vision se ajuste a la realidad, que no lo parece. Se trataría por tanto de una percepción, eso sí, generalizada. ¿Por qué es esta la impresión dominante? Desde luego, hay mucha gente a quien interesa promoverla. Basta, como en las novelas de crímenes, en pensar quiénes saldrían beneficiados si se produjera una desestabilización de la sociedad en el momento actual. No hace falta ser demasiado listos para atar cabos. Lo malo es que quienes promueven semejante estado de cosas en nuestro país se encuentran con terreno abonado. He tenido la oportunidad de vivir en diversos países pero en ninguno se daba tanta cobertura a las declaraciones de los responsables políticos. A lo sumo, se recogían sus impresiones o afirmaciones realizadas en algún acto político o institucional. Pero por regla general los medios de comunicación se ceñían a informar o comentar sobre hechos y actuaciones. No ocurre así en nuestro país, donde los políticos gozan de barra libre para efectuar cuantas declaraciones se les pasen por la cabeza, sabiendo de antemano que gozarán de una amplia cobertura, suceptible además de crecer si sus palabras resultan intempestivas o provocadoras. Basta recordar el eco que la prensa nacional prestaba a los ¨sermones¨ dominicales de Xabier Arzalluz coincidiendo con la inauguración de algún batzoki. Los casos abundan. En la actualidad sorprende, por ejemplo, la locuacidad del ministro de Defensa, José Bono, quien no deja pasar un día sin efectuar algunas declaraciones relacionadas con los asuntos más diversos. Por supuesto sus palabras son recogidas de inmediato por todos los medios de comunicación, tengan o no que ver con materias directamente relacionadas con su ámbito de decisión. Basta leer un periódico un día cualquiera para encontrarlo rebosante de declaraciones de todo tipo, siempre a cargo de los mismos personajes, señores y señoras con responsabilidad política que se manejan con el rigor de parroquianos en la barra de un bar. En definitiva, creo que la responsabilidad es compartida por políticos y medios de comunicación, que parecen alimentarse mutuamente. Son ellos quienes ceban a la opinión pública, del mismo modo que hacen los programas de dimes y diretes en la televisión. En un mundo ideal, la sociedad estaría lo bastante instruída para separar el grano de la paja. Pero España dista mucho de ser un mundo ideal, aunque esté también bastante lejos del grado de desquiciamiento que algunos pretenden atribuirle.
viernes, enero 21, 2005
Esqueletos en la caja fuerte
Estos días emergen detalles acerca de pasadas operaciones financieras fraudulentas en las que se pudo ver envuelto el presidente del BBVA, Francisco González, sucesor de Emilio Ybarra, quien en su momento fue empujado de la dirección del mismo banco tras conocerse detalles de operaciones financieras fraudulentas en las que se vio también envuelto. Por otro lado, dentro de muy pocos días comienza el juicio contra Emilio Botín, presidente del Banco Santander, a raíz de que se viera salpicado en una serie de operaciones financieras fraudulentas cometidas por el banco que dirige. Sin duda la sombra de Mario Conde en este país es alargada. Sin entrar a debatir las razones por las que salen a la luz las irregularidades que afectan a nuestros grandes banqueros, a estas alturas el español medio no tiene más remedio que pensar que todos y cada uno de esos señores tan poderosos tienen la caja fuerte llena de esqueletos, o de actividades corruptas si se prefiere llamarlas por su nombre. El impacto que éstas tendrán en sus carreras parece depender exclusivamente de si acaban saliendo a la luz pública y, en tal caso, de la mayor o menor habilidad por parte de los afectados para capearlas. Es muy posible que todo esto resulte muy obvio a estas alturas, pero en tal caso merece la pena reflexionar, aunque sólo sea un momento, en el grado de cinismo, en el deterioro de las pautas de convivencia, que nos obligan a asumir los comportamientos de esas personas tan influyentes.
jueves, enero 20, 2005
Literatura ¨made in USA¨
Un amigo me pidió recientemente que le enviara una relación de novelas escritas por autores de Estados Unidos que me hubieran gustado y pensé que merecía la pena compartirla. Mientras la confeccionaba pensaba en la efervescencia que ha caracterizado a la Literatura norteamericana durante todo el siglo XX y en lo aniquilosado que, en comparación, se me antojaba el actual panorama literario español. Por supuesto, la lista tiene un carácter orientativo dado que mi conocimiento de la Literatura ¨made in USA¨ es muy limitado. Se me ocurre que quizás fuera más interesante detallar la relación de libros que no he leído pero me gustaría leer.
Sea como fuere la relación que envié a mi amigo fue la siguiente:
El Gran Gatsby, Scott Fitzgerald
Vía Revolucionaria, Richard Yates
Pastoral Americana, Philip Roth
Herzog, Saul Bellow
Relatos, John Cheever
Día de la Independencia, Richard Ford
Meridiano de sangre, Cormac McCarthy
¨The Counterlife¨, Philip Roth
Pastoralia, George Saunders
En la ciudad de los cazadores tímidos, Tom Spanbauer
Suave es la noche, Scott Fitzgerald
Palacio de la Luna, Paul Auster
Cosmopolis, Don DeLillo
¨Light Years¨, James Salter
Huérfanos de Brooklyn, Jonathan Lethem
Desconozco los títulos en castellano de las obras entrecomilladas
martes, enero 18, 2005
La prensa e Iraq
En Iraq se sueden las carnicerías, redobladas en intensidad a media que se acercan las elecciones, pero a pocos parece ya importarle. Resulta de verdad extraño el tratamiento que la violencia está recibiendo por parte del diario El País. A pesar del creciente número de víctimas, los atentados de la ¨resistencia¨ o ¨insurgencia¨ocupan de un tiempo a esta parte escaso espacio en sus páginas, hasta el extremo que en muchas ocasiones no se da cuenta de ellas sino como apéndices de otras noticias provenientes del atribulado país árabe. ¿Será producto del hastío, o quizás de que la violencia de la resistencia no se dirige ya mayoritariamente contra las fuerzas de ocupación sino que ha pasado a cebarse con los propios iraquíes? A nadie se le escapa que El País ha puesto mucho énfasis en la caótica situación creada en Iraq a raíz de la invasión estadounidense con el fin de deslegitimar la política de George Bush y avalar la postura del gobierno socialista (antes oposición). ¿Será que la magnitud de la carnicería empieza a horrorizar a todos por igual y se evita indisponer a la gente? En tal caso sería más necesario que nunca concienciar a la opinión pública de lo que está sucediendo. Estas posibles interpretaciones no son sino hipótesis, preguntas que lanzo al aire, a las que no encuentro respuesta.
lunes, enero 17, 2005
Publicidad y Constitución Europea
Se aproxima la fecha del referéndum sobre la Constitución Europea y los sondeos insisten en el profundo desconocimiento de los españoles respecto de la cuestión. El gobierno contrataca con una campaña de publicidad dirigida a paliar tanta ignorancia. Como español medio, me he encontrado de momento con los siguientes anuncios: una inserción en un periódico con la efigie de Emilio Butragueño, otra inserción con la efigie de Johann Cruyff, y un ¨spot¨ en la tele protagonizado por el niño gordito de la serie ¨Aquí no hay quien viva¨. No sé muy bien qué es lo que me encontraré en los próximos días y semanas, pero de momento no salgo de mi estupor. No hay duda que para los publicistas del gobierno se trata de vender la Constitución Europea como si fuera un producto más. Asociarla a figuras como Butragueño y Cruyff, personas estrictamente relacionadas con el mundo del balompié, cuyas trayectorias no han tenido la menor relación con el debate que aquí se plantea, produce preplejidad. Por no hablar del actor gordito de la serie de televisión. No hay duda que el gobierno, a través de la agencia que ha contratado para desarrollar la publicidad, ha decidido incidir en ¨el famoseo¨ a fin de promover su campaña. El mensaje parece ser: si lo dicen Butragueño y Cruyff debe ser dabuten. ¿Es que nos toman por tontos? En tal caso, ¿están legitimados unos cuantos millones de tontos para avalar la Constitución Europea? Desde aquí brindo una idea al gobierno: ¿por qué no contratar a Ronaldo y a Fernando Torres para abrir la campaña contra el Plan Ibarretxe?
jueves, enero 13, 2005
Ucrania y Palestina: doble rasero
A pesar de las mareas informativas que se suceden sin descanso, aún está relativamente fresco en la memoria el conflicto que se desató a raíz de las irregularidades detectadas en las recientes elecciones ucranias que favorecieron al candidato pro-ruso, Yanukovich, en perjuicio del candidato pro-occidental, Yushenko. La reacción occidental no se hizo esperar en forma de presiones encaminadas a repetir las elecciones bajo una estricta supervisión internacional, lo que tras arduas negociaciones se consiguió favoreciendo en esta ocasión los resultados al candidato predilecto de Occidente, Yushenko. Una vez resuelto el entuerto ucraniano, en pocas semanas el foco de atención se desplazó a Palestina, una vez les llegó el turno a las elecciones destinadas a proclamar al sucesor de Yassir Arafat. Al igual que sucedió en Ucrania, los observadores encargados de vigilar la consulta en los territorios ocupados detectaron importantes irregularidades encaminadas a aumentar la participación, lo que, según todos coincidían, redundaba en beneficio del candidato favorito, Abu Mazen. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió con los comicios ucranios en esta ocasión los medios y líderes occidentales han optado por minimizar el impacto de dichas irregularidades dando por buenos unos resultados que, pasados unos días desde su celebración, los propios organizadores de la consulta electoral se han mostrado incapaces de precisar. Huelga decir que el candidato que ha resultado vencedor en las elecciones palestinas es el favorito de Occidente, incluido también Israel.
lunes, enero 10, 2005
Opiniones independientes
¿Por qué el país parece vivir constantemente al borde de un ataque de nervios? Al menos esa es la sensación que se obtiene al leer la prensa. No es algo nuevo sino que se remonta en el tiempo. Cuando vivía en el extranjero y seguía la realidad española a través de los medios de comunicación escritos uno recibía la impresión de que el estado estaba en todo momento a un sólo paso de implosionar, como si atravesara un campo minado o maniobrara junto a un precipicio. Luego, cuando venía de visita, comprobaba que nada de aquello que leía en los periódicos tenía un reflejo en la calle. ¿Quién o quiénes promueven la agitación? ¿Qué intereses les mueven? ¿Qué esperan obtener? ¿Hay algún modo de desenmascararles?, ¿por qué nadie lo intenta cuando es indudable que haría un gran servicio al país? La sociedad española ya es de por sí lo suficientemente impulsiva como para encima dedicarse a provocarla. Es cierto que la situación política, o los mismos políticos si se prefiere, deja mucho que desear pero ¿por qué se brindan tantos micrófonos a cada una de las declaraciones intempestivas que proliferan a la menor ocasión? ¿Por qué se amplifica hasta lo insoportable el ruido del gallinero? Es como si interesara azuzar las pasiones, los instintos primarios, en lugar de la reflexión. Resulta sorprendente que muchos de esos medios de comunicación, de esos supuestos comunicadores, son los mismos que arremeten contra la telebasura, cuando sus técnicas y objetivos en nada se diferencian de aquélla. Se me ocurre que la única solución sería ignorarlos. Es necesario potenciar el nacimiento y difusión de opiniones independientes a través de los foros a nuestro alcance, comenzando por Internet.
sábado, enero 08, 2005
Los obispos y el sexo
Como ya es habitual se suceden las declaraciones de los obispos opinando acerca del sexo. Resulta cuando menos fascinante la obsesión de nuestras eminencias por los asuntos de la carne, así como la autoridad con que se manifiestan sobre una faceta de la vida que les es tan ajena. Me pregunto de dónde procederá esa supuesta autoridad de la que parecen investidos al hablar de esas cosas. En lo que a mí respecta, cuando escucho o leo declaraciones de obispos en torno al sexo me imagino a altos dignatarios vegetarianos pronunciándose sobre la preparación de barbacoas.
Uno de los temas que más me sorprende es su ataque furibundo a la homosexualidad, como si por algún capricho del destino los obispos aún no hubieran caído en la cuenta de que sus seminarios son precisamente viveros de homosexuales.
¿A qué espera alguien para advertir a los obispos que sus opiniones están cada vez más alejadas de la realidad, que recuerdan a las de esos líderes políticos que, aúpados al poder hace ya muchos años, cortaron hace tiempo el cordón umbilical que les unía a la sociedad que supuestamente gobiernan? Claro que los obispos no se presentan a las elecciones. Entonces ¿a quién corresponde abrir los ojos, las mentes, (¿las braguetas?), a los obispos?
jueves, enero 06, 2005
Gran Hermano
Hace pocos días culminó la sexta edición del concurso Gran Hermano. Resulta difícil no enterarse incluso a quienes no seguimos el programa. Haciendo zapping me topo de cuando en cuando en la pantalla con Mercedes Milá, por lo general entrevistando a algún concursante. Me resulta entonces imposible no acordarme de la estupenda entrevista que la misma presentadora efectuó hace ahora más de veinte años al escritor Julio Cortázar en el programa de televisión que ella presentaba por entonces. La anécdota me sirve para constatar no ya cómo ha cambiado Mercedes Milá, sino también cómo ha cambiado la televisión. Me pregunto qué sentirá la Señora Milá, si será consciente de la mutación que ha sufrido, si de tarde en tarde le sobrevendrá un pequeño ataque de asco quizás al levantarse de la cama por la mañana o de camino al plató de la televisión. Pero a lo mejor resulta que los desvaríos y descalificaciones de los seres zafios que concursan en Gran Hermano son hoy el equivalente televisivo de lo que un día no tan lejano fueron los juicios y reflexiones de un escritor-artista consagrado. A lo mejor resulta entonces que la que ha cambiado no es Mercedes Milá, sino yo mismo al no haber sabido o no haber querido evolucionar.
martes, enero 04, 2005
El Plan Ibarretxe
Leeré el Plan Ibarretxe al objeto de informarme de las relaciones que propone entre los equipos de fútbol vascos y la Liga Española del Fútbol Profesional: ¿establece una liga propia formada sólo por equipos vascos o dispone que éstos sigan asociados a la Liga Española? Si en un hipotético referéndum de autodeterminación los vascos optan por la independencia, ¿permitiría la Liga Española de Fútbol la participación de los equipos de fútbol vascos en caso de que éstos desearan seguir formando parte de la misma? A nadie se le escapa que una Liga compuesta por el Athletic Club de Bilbao, la Real Sociedad de San Sebastián, el Alavés, el Eibar, el Barakaldo, y de ahí para abajo, resultaría en extremo sosa. Alguien puede pensar que se trata de temas marginales, pero eso es porque nunca ha estado en San Mamés o en Anoeta. Hoy en día muy pocos fenómenos ejercen el poder de atracción, de movilización, del fútbol. Me resulta extraño que por una vez no se esté hablando de las implicaciones que para el mundo del balón puede tener un proceso político de semejante calibre.
lunes, enero 03, 2005
Estravagario
Esta noche dan en la tele el programa dedicado al mundo de los libros. Sólo hay uno, y gracias. Se llama Estravagario y lo presenta Javier Rioyo. Recuerdo cuando hace un par de años vi al tal Javier en un programa de Versión Española dedicado a la obra de Pedro Almodóvar. Participaba en el coloquio junto a Elvira Lindo y Juan José Millás. Al verle allí me dije que aquel tipo me sonaba aunque no recordaba de qué. Pasado un tiempo apareció su columna en la edición dominical de El País, curiosamente muy próxima en ubicación a la de Elvira Lindo y probablemente no muy lejana de la de Millás, aunque creo que éste último se reserva para otro día de la semana. Mayor fue mi sorpresa cuando transcurrido un poco más de tiempo me topo con que el tal Rioyo es el encargado de presentar el nuevo espacio televisivo dedicado a la Literaratura y ya casi, como de carambola, caigo en la cuenta de que colabora también hablando de libros con Iñaki Gabilondo en la Cadena Ser. Se me ocurre que el omnipresente Señor Rioyo, nos haría un gran favor si además de comentar novelas y entrevistar a escritores arrojara un poco de luz acerca de las técnicas más certeras a la hora de pulsar las teclas adecuadas, pero creo que me estoy desviando un poco del tema.
Lo que de verdad me preocupa es la falta de entidad que aqueja al programa Estravagario. Da pena que el único programa sobre Literatura esté concebido con un formato tan ligero, como si se esforzara por resultar ameno y asequible, apto para todos los públicos, pero traicionando los anhelos de rigor, de densidad, de intensidad propios de los buenos amantes de los libros. El contenido del programa, y su formato, recuerdan en cierto modo al vistazo que se da a una librería cuando no se dispone de mucho tiempo, bien porque se nos echa encima un compromiso previo o porque vamos acompañados y no queremos resultar pesados o egoístas. Se echa de menos una dedicación más pormenorizada a ciertos autores, a los que nunca se permite ahondar en su obra ni en sus inquietudes. Por si ello fuera poco el programa ofrece dos actuaciones musicales que, sin entrar a debatir su mayor o menos interés, ocupan un tiempo precioso en un programa no menos precioso, el único dedicado en exclusiva, al menos sobre el papel, a la Literatura.
Aunque me duele decirlo, creo que ya estoy echando de menos a Fernando Sánchez Dragó. Es cierto que resulta más llevadero, más amable, el talante de Javier Rioyo, aunque a veces se le note tenso cuando entrevista a varios invitados al mismo tiempo, como si su mente se anticipara y rumiara la pregunta que va a formular a uno de los invitados cuando aún no ha obtenido la respuesta completa de aquél a quien dirigió la anterior. La lectura, la escritura no digamos, exige paciencia, precisamente lo que a mi entender se echa de menos en Estravagario.
Un interrogante para el año 2005
Empezamos el año 2005 con un interrogante al modo de una declaración de intenciones:
¿Para cuándo un periódico de tirada nacional (o estatal) ubicado ideológicamente a la izquierda de El País?
¿Para cuándo un periódico de tirada nacional (o estatal) ubicado ideológicamente a la izquierda de El País?
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